Manuel, trabajador sordo de Urbaser en Santiago: "Si no entiendo, pregunto. Me siento uno más"

Manuel, trabajador sordo de Urbaser en Santiago:

Manuel Méndez es sordo. Tiene 51 años y lleva más de 25 trabajando en Urbaser. La empresa de limpieza y recogida de residuos en Santiago tiene una decena de empleados sordos.

Por: Paula Pájaro Rives.

Manuel Méndez tiene 51 años y lleva los últimos 26 trabajando en Urbaser. Se trata de la empresa que gestiona la recogida de residuos en Compostela, además de la limpieza en la capital gallega.

Es uno más de las 160 personas que conforman la plantilla de la empresa que gestiona la recogida de residuos y limpieza en Compostela. Es uno más en salario, turnos y trabajo… Pero Manuel es sordo. Se comunica a través de lengua de signos.

En COPE Santiago quedamos con él en el Campo de Conxo. A las 11:30 h de la mañana ya había pasado con una barredora eléctrica por la zona de Arribadas y la urbanización de Ponte Pereda. Hoy se ha centrado en la limpieza de hoja. Nos recibe con una sonrisa.

Juan Senra es otro compañero sordo, pero en su caso puede hablar con nosotros porque lleva audífonos que nos facilitan la comunicación. Él actúa como mediador en nuestra charla con Manuel, que nos cuenta cómo llegó a Urbaser: “Al principio tuve dificultad con la comunicación, pero si no entendía, preguntaba y hay mucha colaboración y entonces con mímica nos entendemos”. Le pregunto si se siente uno más y no duda: “Igual, uno más, una familia que quiero muchísimo”.

EL COLECTIVO DE PERSONAS SORDAS: MUY DIFÍCIL INSERCIÓN LABORAL

En Galicia hay unas 24.000 personas sordas, según el censo de la Xunta. Se trata de personas que cuentan con el certificado de discapacidad auditiva. La tasa de inserción de las personas sordas demandantes de trabajo es muy baja: en torno a un 10-12%. Jorge nos explica que antes de entrar a trabajar en Urbaser, él estuvo en un supermercado, pero se cambió por las condiciones que ofrecía la empresa de limpieza. Con todo, no siempre tuvo una oportunidad allá donde fue a pedirla: “Con los compañeros, en general, la situación es buena. Hay sus más y menos, como en todos los trabajos. Esta empresa nos da una oportunidad porque tenemos una dificultad añadida, que es la dificultad de la comunicación y no todo empresario ve con buenos ojos darnos una oportunidad”.

La jornada laboral de Manuel es de 6 horas y media, como la del resto de empleados, y no hay absolutamente nada que los diferencie. Para la empresa son iguales y cobran lo mismo. Si bien hay categorías, como en cualquier empresa, y los complementos se establecen en función de esas categorías. ¿Y qué pasa cuando tiene algún problema? Pues con una videollamada o un WhatsApp se soluciona: “Me mandan un mensaje si hay alguna emergencia y con videollamada y sin problema. Si la barredora no funciona, o se estropea, mando un mensaje y avisan al taller”.

“SON IMPRESCINDIBLES”

En Urbaser son una decena los trabajadores sordos. Sergio Gómez, capataz, nos dice que están abiertos a nuevas contrataciones: las condiciones, que sean personas autónomas y que quieran trabajar porque: “Desde que entraron la iniciativa fue muy positiva. Poco a poco intentamos incorporar a alguno más. Son uno más y casi te diría que muchos de ellos son imprescindibles”.

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