Por Gonzalo Gobbi

A una semana de las elecciones, Horacio Rodríguez Larreta pasó por Mar del Plata y convocó a la gente a “bancar” el 14 de noviembre a la gestión de Guillermo Montenegro y a “ratificar el resultado de las PASO” para “ponerle un freno al kirchnerismo” en el Congreso.

Convencido de que Juntos por el Cambio volverá a imponerse en las urnas, el jefe de Gobierno porteño aseguró en una entrevista con LA CAPITAL que “la gente no cambia el voto por ponerle platita en el bolsillo” y que las medidas pos electorales del Gobierno han sido “una falta de respeto: algunas cosas empeoraron y la gente no cambia el voto por ponerle platita en el bolsillo”. Además, minimizó la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional.

– A pesar de que Montenegro, como otros intendentes de la costa, le pidieron postergar el inicio de las clases para no afectar la temporada, ¿se mantiene firme en su decisión?

– Estamos buscando cómo recuperar los días perdidos el año pasado. Tenemos más horas por semana, un sistema de reemplazo automático para no perder clase cuando falta un docente y sumamos más días al año estirando el calendario. Pero entiendo el pedido y vamos a buscar un equilibrio.

– ¿Cómo será buscar un equilibrio?

– Por ejemplo ayudando a promocionar Mar del Plata como estamos haciendo con la Semana de Mar del Plata que organizamos con Guillermo (Montenegro) en un lugar emblemático la Ciudad como el Patio de los Lecheros. En todo lo que podamos ayudar para promocionar que vengan, lo vamos a hacer. Yo mismo voy a venir, me encanta Mar del Plata y siempre, desde chico, he veraneado acá.

– Dijo en una conferencia con Montenegro que, más allá del color político, “no hay por qué estar de acuerdo en todo”, ¿es sano admitir diferencias?

– Pero claro, es lógico que desde la posición de Montenegro plantee cuidar al turismo en esta ciudad, y del lado nuestro le demos prioridad a la educación. Hicimos un esfuerzo enorme este año, incluso peleándonos con el Gobierno nacional para que no cierren las escuelas. Para nosotros las escuelas abiertas han sido una prioridad. Dijimos en marzo que no íbamos a cerrarlas porque no son un lugar de mayor contagio que el resto de la ciudad, y así fue.

– Con el Gobierno, sin embargo, parecen más las diferencias que los puntos de acuerdo, ¿desde cuándo no habla con Alberto Fernández?

– Hace tres o cuatro meses por lo menos. Yo puse toda la predisposición para colaborar y coordinar en todo lo que hacía al coronavirus, porque era y es mi responsabilidad. Y siempre nuestro ministro Fernán Quirós coordina con la ministra nacional (Carla Vizzotti) todas las semanas.

 

– La imagen suya junto a Kicillof y el Presidente del año pasado, ¿se rompió definitivamente o cree que con el tiempo se podrá recomponer?

– Nuestra actitud de colaboración y coordinación está intacta en todos los temas. La relación más política con el Gobierno no es la misma. Enterarnos por los medios que nos sacaban 70 mil millones de pesos de coparticipación cuando yo había estado reunido una semana antes y no me dijeron nada provocó algo. Y lo mismo me volvió a pasar con el tema de las clases. El ministro de Educación nos dijo: no se cierran las escuelas. Pocas horas después me entero de que hacían lo contrario. Con actitudes como esas es muy difícil mantener el diálogo.

– ¿Cómo analiza la reacción del Gobierno luego de las PASO, con el control de precios y demás medidas en materia económica?

– El Gobierno no tomó el rumbo correcto y no porque lo diga yo, sino que lo dice la historia argentina. Ya se probó varias veces y no funcionó. El control de precios compulsivo y obligatorio para bajar la inflación no ha funcionado, tarde o temprano se cae. No es el camino y me preocupa mucho. La inflación es algo gravísimo para la gente, le come el bolsillo a todos, especialmente a los más humildes.

– Falta poco para el 14 de noviembre, ¿cree que se ratificará el resultado?

– Yo no veo razones para que cambie el voto. La gente votó porque está harta de la inflación, de la inseguridad, del narcotráfico; porque no quiere más un país o provincias sin clases tanto tiempo, porque ve que el gobierno no tiene un plan económico ni un plan de crecimiento. Todo eso no solo no cambió, sino que empeoró desde las PASO hasta ahora. Y esta actitud del gobierno de, usando las palabras de ellos, “ponerle platita en el bolsillo a la gente”, es una falta de respeto total. Pensar que con eso van a cambiar el voto, prometiendo un plan social que llega tarde y mal, o un viaje de egresados gratis, no es el camino, no es la forma.

– Más allá de quién gane ¿qué define esta elección?

– Define muchísimo. Principalmente la composición del Congreso. Si se confirman las PASO, Cristina Kichner se queda sin el quórum automático, sin el poder absoluto en el Senado. Y en Diputados podríamos tener hasta un bloque mayoritario. Eso depende de que consigamos uno o dos diputados más. Por eso le pedimos el voto a la gente e insistimos en que si queremos ponerle un freno al kirchnerismo, acá en la provincia es muy importante que nos acompañen con Diego Santilli, Graciela Ocaña, Facundo Manes y todo nuestro equipo.

– ¿Espera una redistribución de los votos que obtuvieron fuerzas minoritarias en las PASO?

– Aquellos que quieren frenar al kirchnerismo, el freno se da en el Congreso y con los bloques mayoritarios. Hay que tener más diputados que ellos. Estamos muy cerca. Por eso respeto a todas las expresiones, pero para frenar el kirchnerismo el camino es uno solo.

 

– Mientras tanto, el Gobierno negocia la deuda con el FMI. ¿Siente alguna responsabilidad por haber sido parte de la gestión que la contrajo?

– El acuerdo con el FMI es un capítulo, posiblemente no el más importante, de un plan económico de desarrollo productivo. No hay plan económico.

– Pero hay que pagar, ¿o no?

– Mientras no tengas un plan económico y no sepas cuál es la perspectiva para crecer, generar el empleo, aumentar las exportaciones y generar un desarrollo más equilibrado, discutir el acuerdo con el Fondo como cosa aislada no tiene sentido. La Argentina debe volver a crecer. Obviamente en el marco de volver a crecer y mostrar una perspectiva, va a ser mejor la negociación. Tenemos que negociar para lograr las mejores términos de tasa y de plazo, pero esa negociación va a llegar a mejor destino si se enmarca dentro dentro de un plan, que es lo que hoy no tenemos y hasta a veces el Gobierno hace gala de no tenerlo.

– Dentro de Juntos por el Cambio, ¿habrá un proceso de reorganización? ¿Hay mucho por discutir?

– Lo primero es consolidar la unidad. Lo hemos logrado y es la primera vez que pasa desde la vuelta a la democracia que con el peronismo o kirchnerismo en el gobierno, la oposición se mantuvo unida. Eso es un gran logro, hay que sostenerlo y construir un proyecto nacional alternativo.

– ¿Cómo es hoy su relación con Mauricio Macri? ¿Por qué no viajó a Dolores para acompañarlo en el acto con los intendentes y dirigentes de Juntos?

– La relación como siempre es muy buena. No fui por motivos de agenda, pero estuve el día anterior con él. Fuimos con María Eugenia Vidal, con Diego Santilli, Jorge Macri y Graciela Ocaña el día anterior a dale nuestro apoyo.

– Hay evidencias de que existió el espionaje a los familiares de la tripulación del ARA San Juan, ¿cuál fue la responsabilidad del ex presidente?

– Es una causa muy politizada. El no estaba ni siquiera mencionado y lo llaman a declarar 15 días antes de la elección. El juez se equivoca, fue una barbaridad lo que hizo. Lo corrigió y lo subsanó en horas. Ojalá la Justicia actúe tan rápido para condenar a un delincuente, un asesino o un narcotraficante. Así como la gente no cambia el voto por la platita, nadie mira estas cosas. Lo hacen tan burdo que queda muy expuesto que está todo politizado.

– Retomando la cuestión interna de Juntos, desde la aspiración personal, ¿se ve o se piensa en el rol de candidato a presidente en 2023?

– Falta mucho para 2023. Sí vamos a buscar que el próximo presidente sea de Juntos por el Cambio sin ninguna duda y eso lo va a elegir la gente yendo a una PASO como corresponde. En lo personal, para mí es muy temprano.

– Pero imagino que lo habrá evaluado.

– Tengo una responsabilidad grande en la Ciudad de Buenos Aires, con mucho trabajo y mucho por hacer. Hoy en Juntos estamos trabajando para sostener y consolidar una unidad que siga sumando y creciendo.

– A los marplatenses, ¿qué les dice de cara a la elección del próximo domingo?

– Sé que entre los marplatenses hay una altísima valoración de la gestión de Guillermo Montenegro, que está haciendo muy bien las cosas. Si queremos ponerle un freno al kirchnerismo, estamos cerca. Por eso les pido que nos acompañen para lograr ese objetivo y seguir bancando a la gestión de Guillermo en la ciudad.