Funes de Rioja: "No somos la causa de la inflación, somos la consecuencia"

Funes de Rioja:

El presidente de la Copal se refirió a la suba en los precios de los alimentos y volvió a criticar la extensión del programa Precios Máximos.

Por: Andrés Randazzo.

Periodista: ¿Cuál es la postura de Copal ante la extensión del programa Precios Máximos?

Daniel Funes de Rioja: Obviamente nosotros no esperábamos una prórroga, sino una finalización. Habiendo ya cerrado Precios Cuidados, que habíamos señalado que era el programa de fondo y el que había que continuar. Por ende, insistimos en que el proceso de Precios Máximos, que en los hechos es un proceso de precios congelados, hay que dejarlo sin efecto. Y que el programa de Precios Cuidados nos parece suficientemente sólido con los componentes que tiene: el componente de base voluntaria y cuenta con una adhesión importante. En definitiva, no estamos de acuerdo con Precios Máximos, con su continuidad: el propio ministro de Economía ha hablado de las causas de la inflación y he leído a la Secretaria de Comercio hablar de que esa no es la política. Queremos que eso sea así.

P.: Mencionó que Precios Cuidados es el programa de fondo, ¿cómo ve la actualización? ¿Cree que tiene para continuar?

D.F.R.: Estoy convencido que tiene para continuar. Lo tuvo hacia atrás, desde su instalación. No es que no haya habido roces o tensiones, en un país con inflación. Pero somos la consecuencia de la inflación, no la causa: nuestros precios no se movieron, pero se movió la inflación. En Precios Cuidados, tenemos un objetivo convergente, que es el acceso a consumo, sobre todo en los sectores de menores recursos. De hecho, nosotros propusimos una medida complementaria para los sectores de menores recursos, que son los que tienen la tarjeta AlimentAr, los que cobran jubilación básica o salario mínimo, que tengan la eliminación del IVA, pero por devolución bancarizada, a efectos que no desaparezca. En forma bancarizada, podría tener el crédito respectivo y con eso tendría más poder de compra.

P.: ¿Eso se lo propusieron al Gobierno?

D.F.R.: Lo venimos proponiendo desde 2015. Ahora lo conversamos con el ministro de Desarrollo Social (Daniel Arroyo). Dado que existe la tarjeta AlimentAr, que es un instrumento que facilita, y que los jubilados están bancarizados. Así se podría formalizar más la economía.

P.: ¿Cuál fue la respuesta?

D.F.R.: Lo tomó bien y dijo que en febrero lo iban a discutir con la AFIP. Pero habría que preguntarle a él. Vi una buena actitud, tenemos un buen diálogo, pero debería decirlo él. Pero creo que es importantísimo el tema: los alimentos tienen un 38% de impuestos y las bebidas, un 47%. Es una deformación del precio. La realidad es que cuando se tiene este nivel de impuesto, cualquier cosa se va de presupuesto. Por otro lado, hicimos comparaciones muy concretas de alimentos contra el mercado internacional, de alimentos procesados, tanto con Chile como con Brasil, y estamos más abajo. Son más económicos los alimentos en el país, pese a la presión impositiva más alta.

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