Por ESTEBAN RAFELE.

El deshielo de los Precios Máximos que inició este jueves el Gobierno no convenció a ninguna de las 35 cámaras de fabricantes que componen la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL) y la entidad emitió un duro comunicado en el que enfatizó su “total rechazo a la continuidad de la política de congelamiento”.

Como adelantó Letra P, los empresarios sabían que la Secretaría de Comercio Interior, al mando de Paula Español, habilitaría desde este jueves una salida gradual de algunos productos premium del programa que incluía, hasta hoy, a más de 2.300 ítems de consumo masivo, pero el detalle de la lista dejó a las firmas del sector con gusto a muy poco y provocó una reunión de emergencia en la que se decidió una fuerte respuesta. “No recuerdo cuándo fue la última vez que Copal firmó un comunicado con los sellos de las 35 cámaras asociadas”, graficó una fuente que participó del encuentro, entre las 11 y las 13 de este mismo jueves.

La resolución que inició el deshielo de los Precios Máximos no se tomó como un gesto de buena voluntad ni mucho menos. “Es una tomada de pelo”. “Nos están boludeando”, se quejaban los ejecutivos.

Desde temprano, representantes de las cámaras sectoriales bombardearon el WhatsApp del presidente de COPAL, Daniel Funes de Rioja, y el abogado convocó a una reunión de emergencia. La resolución que inició el deshielo de los Precios Máximos no se tomó como un gesto de buena voluntad ni mucho menos. “Es una tomada de pelo”; “Nos están boludeando”, le dijo un ceo a Letra P.

El Gobierno publicó en el Boletín Oficial que bebidas alcohólicas blancas, whiskies y vinos premium salían de Precios Máximos. También se exceptuaron del programa alimentos de bajas ventas en góndolas, como conservas de pescado (excepto atún y caballa), arroz integral y preparado, cafés en saquitos y en cápsulas, té en hebras y quesos brie, camembert, azul y provolone.

“Esos quesos representan el 0,00 algo de las ventas del sector lácteo”, graficó, al borde de la indignación, un ejecutivo de una gran compañía que integra COPAL. “Sacaron el aceite de maíz, que debe ser el 1% de las ventas de aceite, pero no el de oliva, que es más premium”, añadió.

“Los productos que sacaron del congelamiento son poquísimos, tienen cero peso y relevancia y la industria está en crisis de verdad”, dijo otro hombre del sector alimenticio.

“A algunas empresas no les tocó ni un solo producto”, agregó un tercer empresario que participó de la reunión. “Esto fue totalmente insuficiente”, agregó.

Las cámaras consensuaron, entonces, el duro comunicado con el que COPAL rompió la oposición más diplomática que venía manteniendo a Precios Máximos. Los empresarios dicen que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, les había prometido un tercer aumento generalizado para el 1 de noviembre, que no se concretó.

“COPAL y sus cámaras socias reiteran una vez más a las autoridades del gobierno Nacional que el sostenimiento de esta política pone en riesgo en lo inmediato el normal abastecimiento de los alimentos y bebidas en nuestro país, así como el cierre de empresas y la consecuente pérdida de fuentes de trabajo (actualmente más de 400 mil puestos de trabajo directo)”, dice el texto. “Lo dispuesto por esta Resolución no atiende la crítica situación del sector, que desde marzo viene soportando un incremento promedio de sus costos del 26%, alcanzando subas de algunos de sus componentes superiores al 80%”, continúa.

El comunicado recalienta las reuniones que Español y su equipo mantendrán desde la semana próxima con las empresas. El Gobierno comenzó a llamar, uno por uno, a los fabricantes. Intenta comenzar a armar las listas de productos que compondrán el Precios Cuidados “XL” con el que buscan sustituir al congelamiento. Según fuentes oficiales, el listado pasará de los casi 400 ítems a más de mil.