Por: Luciano Andreychuk.

Días atrás, El Litoral publicó una nota titulada "Polémica por la construcción de una planta de reciclaje en un espacio recuperado por los vecinos en barrio Cabal". Ocurrió que allí había un predio abandonado; lo que hicieron los vecinos fue recuperarlo como espacio público. Pero un día vieron que se estaba construyendo una planta de reciclaje, y reclamaron.

Desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) solicitaron una réplica aclaratoria sobre la situación de dicha Planta de Transferencia de Materiales Reciclables que hoy se está construyendo. Juan Belbey, integrante de la Cooperativa "Construir Trabajo" dialogó con El Litoral y explicó que esas tierras no son municipales sino fiscales, es decir de Nación. Además, existe un convenio firmado y vigente entre la Secretaría de Integración Socio Urbana de la Nación y dicha agrupación.

"Los terrenos en cuestión se inscriben dentro del Relevamiento Nacional de Barrios Populares (Renabap). Sobre estos terrenos rige una ley nacional (Nº 27.453), que los declara 'de utilidad pública'. Sobre estos terrenos se desarrollan proyectos de integración socio urbana que buscan brindar a la ciudadanía los accesos a los servicios básicos", amplió el referente.

En este contexto, las cooperativas de trabajo pueden presentar proyectos para desarrollar obras tempranas. "Un ejemplo es hacer este centro verde como el que estamos instalando nosotros desde el MTE en barrio Cabal, en el límite con La Loma, que implica el reciclado de cartón, aluminio y plásticos pet", agregó.

Allí se recepcionarán los residuos recuperables que llevan los recolectores de cartón. El material se procesa, se enfarda, prensa y acopia, y luego se lo vende a las industrias pero "salteando intermediarios" -subraya Belbey-. Esto implica una ganancia para cada trabajador informal que lleva a la planta lo que recolectó. El referente estimó que el centro verde generará "más de 400 empleos, calculamos 500, directos e indirectos".

Otras propuestas

El integrante de la cooperativa adelantó además que la planta de reciclaje no es la única propuesta a desarrollar. "Queremos revalorizar el espacio público, darle un espacio también al barrio, con una plaza de 850 metros cuadrados. En el proyecto, la intención nuestra es renovar, ampliar la plaza, darle juegos nuevos, hacer pérgolas, con asientos y bancos".

Render 2. Según el proyecto, el espacio público contará con nuevos juegos y todo el mobiliario urbano para que sea disfrutado por los vecinos del barrio. Crédito: Gentileza MTE

A su vez, en otra parte del terreno "va a haber un espacio socio comunitario donde funcionará un comedor comunitario para el barrio, el cual contaría con cocina industrial, que permitiría cocinar para muchos vecinos, porque sabemos la realidad que se vive. En el espacio también podrán dictarse cursos de oficio, por ejemplo", aseguró Belbey.

Avales

El referente del MTE admitió que el equipo de trabajo con el cual se está llevando adelante la obra tuvo conflictos con el grupo de vecinos que recuperaron el espacio público, pero "es cuestión de seguir dialogando". "Vale decir que, en pos de llevar adelante esta propuesta y abrirla a la comunidad, tenemos avales de 15 instituciones, entre ellas la vecinal, el club del barrio, una escuela de adultos mayores, a las cuales les llevamos la iniciativa y el legajo de la obra".

"Ellos vieron como buena esta propuesta para el barrio, porque va a traer no sólo mejoras económicas para los trabajadores informales, sino también iluminación, mayor seguridad, mayor movimiento en ese espacio, el cual antes estaba casi olvidado. Está el apoyo de la comunidad. Hace un año que estamos trabajando en este proyecto", dijo Belbey.

Cómo está la obra

Hoy se están hormigoneado las bases de la planta. Está el proyecto y va arrancando: se empezó el 31 de julio y hay un plazo de ejecución de 12 meses. "La cooperativa que va a administrar el espacio del centro verde está actualmente funcionando en un galpón alquilado. Una vez concluida la planta, la idea es que se acerque más gente para que esto mejore las condiciones de vida y los ingresos de los sectores más vulnerables", subrayó.

Respecto del funcionamiento, cada reciclador urbano llevará el cartón a la planta. Allí el material se enfarda, se procesa, se acopia y se vende. Eso genera una ganancia para el trabajador informal: al pago lo recibirá a final de mes: "Nosotros tenemos la lógica de que la cooperativa funciona a partir de su asociados. La cooperativa no obtiene ganancias, por eso es que el trabajador informal ganará más a diferencia de cuando va y vende lo que recolectó a un intermediario", explicó.

Serían aproximadamente 100 las personas que trabajarán directamente en el galpón de la planta de reciclaje, en tres turnos de recepción de material pesado, embalaje y otras actividades, "y otras 400 personas que se acercarán a llevar su material, estimativamente", concluyó Belbey.