Rant valoró la dimisión de Benedicto XVI como un gesto para agradecer e imitar

Rant valoró la dimisión de Benedicto XVI como un gesto para agradecer e imitar
Ojalá uno supiera imitarlo cuando tantas veces retiene algo que impide que hasta otros crezcan”, dijo el Vicario General a cargo de la diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, al conocerse la renuncia de Joseph Ratzinger. En la diócesis está pendiente la designación de un Obispo.
Antonio Rant, el Vicario General a cargo de la Diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, en ausencia del administrador diocesano Miguel Angel D’Annibale rescató “la lucidez” del Papa Benedicto XVI al decidir su renuncia a partir del próximo 28 de febrero, que justificó en la falta de fuerzas para seguir ejerciendo adecuadamente el ministerio petrino, y lo señaló como una actitud muy diferente de la que adoptó Juan Pablo II al hacer de la ancianidad un culto hasta el final de su papado.

“Hay un hecho real que lo experimentamos después de los 70 años”, dijo el sacerdote por las patologías que se presentan a partir de cierta edad, por lo que consideró que “con gran lucidez” Joseph Ratzinger decide esta renuncia al Obispado de Roma, “aceptando humildemente que ya no puede ejercer en forma adecuada”.

El párroco de la Catedral “Nuestra Señora de Luján” dijo a TiempoSur que “esto es mucho más natural que si fuera una muerte súbita, o prolongar una situación”, y fue así que valoró como “un ejemplo muy doloroso” pero también “un gran testimonio” de Juan Pablo II, “cómo prestigió desde su enfermedad lo que es ser anciano, y lo demostró siéndolo hasta el final, en una época donde a veces hay tanto desprecio por los últimos años de la vida humana”.

Por el contrario dijo que a Benedicto XVI “le pareció lo contrario, y también es un ejemplo, porque además, no se borra de la Iglesia, sino que renuncia al oficio que le fue encomendado, del Ministerio del Obispado de Roma” que ejercerá hasta las 20:00 del 28 de febrero, a partir de cuando dijo, “me conformo con seguir en la Iglesia orando”.

“Crecimos muchos en la teología, de la mano de sus libros”, dijo Rant por Benedicto XVI, de quien resaltó los casi 8 años de ministerio papal, que por otra parte advirtió “nadie esperaba tampoco tanto, porque se pensó en una transición como fue con Juan XXIII”, por eso lo evaluó “con la satisfacción del deber cumplido”.

Recordó que fue el jefe de una Iglesia que lidera a más de 1.200.000 católicos en el mundo, con el que reflexionó, “mantuvo un diálogo muy bueno, con la ciencia, con la cultura, fue muy abierto”.

Rant tomó a la dimisión como un gesto que hay que agradecer e imitar, “ojalá uno supiera imitarlo cuando tantas veces retiene algo que impide que hasta otros crezcan”

Cambios. Admitió que los cambios en la cúpula traerán cambios en toda la Iglesia, y en este contexto recordó que en la diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, al igual que en al menos otras cinco diócesis en el país, está pendiente la designación de un Obispo. Desde la aceptación de la renuncia de Juan Carlos Romanín, está al frente como administrador diocesano, Monseñor Miguel Angel D’Annibale.

Rant no descartó que haya una designación oficial durante lo que resta del mandato de Benedicto XVI, “alguna sorpresa” como la promoción que ha hecho de Monseñor Francini como Arzobispo de Mendoza.

En tanto, resaltó de D’Annibale, quien retornará el lunes próximo, luego de participar en Rawson, desde este viernes, de una reunión anual, su peregrinar por toda la diócesis, superando incluso a su antecesor en tan solo un año, además de “su visión clarísima y diálogo muy abierto”.

Licenciado en Teología Dogmática, D’Annibale se desempeña como administrador diocesano desde enero de 2012. Venía de desempeñarse como vicario general de la diócesis de San Isidro, cuando en marzo de 2011 fue designado primero Obispo Auxiliar de la diócesis más austral, la más extensa del país y la de menor densidad poblacional. Y en declaraciones a la prensa, se ha mostrado preocupado por la falta de trabajo en familias que llegan de otras provincias y por el consumo de drogas en los jóvenes.

Buccolini y Romanín, Obispos eméritos

El 18 de abril de 2012 se conoció la noticia de que el Papa Benedicto XVI había aceptado la dimisión al gobierno pastoral de la diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, presentada por monseñor Juan Carlos Romanín SDB.

Elegido obispo de Río Gallegos el 25 de octubre de 2005 por el Santo Padre, recibió la ordenación episcopal el 17 de diciembre de 2005 de manos de monseñor Agustín Radrizzani SDB.

Tomó posesión de la sede e inició su ministerio pastoral como cuarto obispo, sucesor de Mauricio Magliano, Miguel Angel Aleman y Alejandro Buccolini, el 7 de enero de 2006. Ejerció su administración pastoral con el lema “Señor, Tú lo sabes todo, sabes que te quiero” – “Apacienta mis ovejas, le dijo Jesús”.

Dejó documentado su compromiso con las comunidades de la diócesis, en cartas pastorales, homilías y mensajes, pero además con una fuerte presencia, junto a la sociedad y permanente mediación en conflictos.

Justamente, ese compromiso, generó que al otro día de conocerse la noticia de la aceptación de su renuncia, al intentar el radicalismo hacerle un homenaje en el recinto de sesiones del Concejo Deliberante de Río Gallegos, se produjera un debate, por el rechazo de la oposición –el cuerpo era presidido por el concejal Pablo Fadul-, que lo envió al archivo.

Al elegir a Juan Carlos Romanín como obispo de la diócesis, el 25 de octubre de 2005, el Sumo Pontífice aceptó al mismo tiempo la renuncia a esa sede episcopal de monseñor Alejandro Buccolini, también salesiano, que había formalizado su dimisión el 18 de enero de ese año, al alcanzar el límite de 75 años que establece el Código de Derecho Canónico.

Durante el paso por la diócesis del ahora Obispo emérito -quien reside en una casa de retiro de salesianos en la Ciudad de Buenos Aires, que coincidió en el último tramo con la primera gestión presidencial de Néstor Kirchner, el sacerdote santacruceño Daniel Ferrari llegó a ocupar la representación para asuntos eclesiásticos en la embajada argentina ante la Santa Sede.

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