El Papa reforma la Academia para la Vida con varios nombramientos

El Papa reforma la Academia para la Vida con varios nombramientos

Entran también dos rabinos, un musulmán, un ortodoxo y un anglicano. Se confirma el cardenal Carlo Cafarra. Francisco inaugurará la asamblea, que será del 5 al 7 de octubre de este año

Por IACOPO SCARAMUZZI

Dos rabinos expertos en bioética, un profesor ortodoxo de ética cristiana, un profesor tunecino que ha estudiado el pensamiento reformista islámico, varios médicos y expertos en bioética, algunos no creyentes, un anglicano progresista profesor de moral en Oxford, el japonés Shinya Yamanaka, Premio Nobel de Medicina en 2012, y personalidades como el cardenal Willem Jacobus Eijk, arzobispo de Utrecht; Francesco d’Agostino; Adriano Pessina; Bruno Dallapiccola; el cardenal Elio Sgreccia y el cardenal Carlo Caffarra, arzobispo emérito de Bolonia, uno de los cuatro purpurado que ha criticado públicamente al Papa con una carta en la que se expresaban dudas sobre la exhortación apostólica «Amoris laetitia» sobre la familia. Son algunos de los nombres elegidos por el Papa Francisco para la Pontificia Academia para la Vida, el organismo vaticano que recientemente fue reformado y encomendado a la presidencia de monseñor Vincenzo Paglia. 

 

«Con este acto —comentó el mismo monseñor Paglia—, el Papa Francisco constituyó un colegio de académicos de altísima calidad científica que sabrá ofrecer a la Iglesia católica y al mundo entero una visión profunda y sabia al servicio de la vida humana, sobre todo de la más débil e indefensa. Los académicos nombrados por el Santo Padre provienen de 27 diferentes países del mundo y son excelencias en los diferentes campos del saber humano. Entre ellos también hay algunos no católicos, que pertenecen a otras religiones o no creyentes, signo de que la tutela y la promoción de la vida humana no conoce fronteras y puede ser realizada solamente gracias al trabajo de todos». 

 

Sobre el nombramiento de los cinco miembros honoríficos, el arzobispo indicó que «ellos representan la historia de la Academia y esa pasión por la vida humana por la que todos debemos estar agradecidos; gracias al trabajo de muchos hombres y mujeres ilustres hoy, con el nombramiento de los nuevos académicos, esta institución vuelve a ser impulso al servicio de la vida». 

 

Será el Consejo directivo de la Academia, que será nombrado próximamente por el Pontífice, el que indique, según lo establecido en el Estatuto y en el Reglamento, a los miembros correspondientes y a los jóvenes investigadores (nueva categoría prevista por el Papa Francisco), para completar la lista de los académicos. La asamblea ordinaria, en programa del 5 al 7 de octubre de este año en el Vaticano, será abierta por el Pontífice y constituirá el inicio oficial de los trabaos de la nueva academia. 

 

Ya no forman parte de la Academia personalidades como Josef Seifert (de Lichtenstein), quien protestó con la Pontificia Academia pro Vita por una conferencia sobre la infertilidad que se llevó a cabo durante el Pontificado de Benedicto XVI en 2012, así como tampoco el filósofo alemán Robert Spaemann, quien, entre otras cosas, ha afirmado que con la exhortación apostólica «Amoris laetitia» Francisco «fragmenta a la Iglesia y la lleva hacia un nuevo cisma». Sin embargo, Francisco confirmó entre los miembros «ad honorem» del organismo al cardenal Carlo Caffarra, arzobispo emérito de Bolonia, que fue Presidente del Instituto Juan Pablo II de Estudios sobre el Matrimonio y la Familia; al presidente emérito de la misma Pontificia Academia para la vida, el monseñor del Opus Dei Ignacio Carrasco de Paula; a dos de sus predecesores, el cardenal Elio Sgreccia y Juan de Dios Vial Correa, además de Birthe Lejeune, esposa del primer presidente del ente, el Siervo de Dios Jérôme Lejeune. 

Comentá la nota