Una multitud participó del cierre de las fiestas de la Virgen del Valle

Una multitud participó del cierre de las fiestas de la Virgen del Valle

La Virgen del Valle fue llevada en procesión por las calles catamarqueñas acompañada por fieles, sacerdotes y autoridades civiles. El obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, pidió a la Virgen Morena por los peregrinos, la paz, los inundados y por el año electoral para “que todos los ciudadanos nos dejemos animar por el amor de Dios para ser responsables a la hora de emitir el voto”.

Con una multitudinaria procesión, el domingo 30 de abril culminaron las fiestas en honor de Nuestra Señora del Valle, en el contexto del Año de la Formación de los Discípulos Misioneros en la diócesis, primero del trienio de preparación para vivir los 400 años del hallazgo de la imagen sagrada de la Virgen en la Gruta de Choya, que se celebrará en 2020. 

La imagen cuatro veces centenaria de la Virgen del Valle, acompañada por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, fue llevada en procesión desde el santuario, junto con sacerdotes del clero catamarqueño y de otras diócesis hermanas. La urna festiva con la Madre Morena fue portada por integrantes de la Brigada Aerotransportada 4° de Córdoba, a cargo del coronel Omar Francisco Di Benedetto, y escoltada por la guardia de honor de la Policía de la provincia y gauchos de distintas agrupaciones con las banderas papal, argentina y de las provincias. 

Cientos de personas ubicadas detrás del vallado colocado en el Paseo de la Fe recibieron a la Virgen mientras se escuchaban los sones de la banda de música de la Policía de la Provincia, en medio de vivas y aplausos. Luego de colocar la urna sobre un altar, comenzó el desplazamiento de las delegaciones de peregrinos que portaban sus estandartes, banderas e imágenes de los santos patronos de sus comunidades, tanto de la diócesis catamarqueña como de los grupos provenientes de diferentes provincias, además de instituciones y organizaciones que saludaron a su paso a la Madre Morena. Monseñor Urbanc saludó y bendijo a quienes hacían su pasada por el lugar. 

Seguidamente, acompañada por autoridades civiles, continuó la peregrinación de la imagen hasta La Alameda, lugar donde la sagrada imagen fue coronada hace 126 años. Allí, fue recibida por cientos de devotos. Frente al complejo cultural Urbano Girardi, una lluvia de papelitos celebró el paso de la imagen. 

Al finalizar la procesión, frente al atrio de la catedral basílica, la Virgen fue saludada con los acordes de la banda de música y colocada en el trono festivo. Monseñor Urbanc saludó y agradeció a la Virgen del Valle en nombre de todos los peregrinos. “Hermosos momentos y bellas experiencias hemos tenido junto a Ti”, manifestó. 

El prelado pidió también a la Madre “que nos siga ayudando a ser ‘discípulos misioneros como ella’, dispuestos siempre a profundizar con seriedad y compromiso la fe que recibimos en el bautismo, para saber dar respuestas del sentido de la vida terrena a cuantos nos lo pidan”. 

El obispo diocesano además solicitó a María, quien conoce muy bien los avatares de la humanidad en todos los rincones del mundo, que “arranque del corazón de Dios la gracia que necesitan los responsables de que haya paz en el mundo, que los que viven radicalizados en el fanatismo consideren cuánto hacen sufrir con sus locuras injustificables”. 

“También te pido por todos los que han padecido los desbordes de la naturaleza, terremotos, inundaciones, aludes, incendios, sequías, etcétera”, expresó monseñor Urbanc y añadió: “Mucho nos ha movilizado para ayudar, pero haz que no nos cansemos de socorrer a tantos damnificados que necesitan rehacer sus hogares y que se instrumenten las medidas que prevengan desastres y angustias futuras”. 

Asimismo, con motivo del año electoral, el obispo suplicó a María que envíe la luz del Espíritu Santo sobre cada ciudadano que se postulará para recibir algún mandato de la sociedad, “a fin de que sea muy consciente de la idoneidad, honestidad y conducta íntegra que tendrá que tener para cumplir fructuosamente con la función encomendada”. 

“Que todos los ciudadanos nos dejemos animar por el amor de Dios para ser responsables a la hora de emitir el voto, que sepamos discernir lo que más convenga para el bien de todos y no sólo de un sector, que no nos dejemos llevar por animosidades y mezquindades, sino que seamos magnánimos y comprometidos con nuestras responsabilidades personales, que dejemos la mala praxis de esperarlo todo de los otros y de ser criticones enfermizos”, exhortó. 

Por último, el prelado pidió dos cosas a la Virgen Morena: “Que nos acompañes en la preparación, que ya comenzamos, del gran Jubileo del hallazgo de tu sagrada imagen en el cercano año 2020, con un corazón humilde y renovado, y que acompañes en su regreso a todos los hermanos que nos visitaron y que nos renovaron con su fe y su gran amor a ti”.

“Madre bendita, que las lágrimas que brotan brillantes de nuestros ojos por esta inevitable despedida, sean semillas de un mayor amor a Dios y al prójimo y de una vida más semejante a la tuya en amor, humildad, servicio, oración, alegría y paz. Amén”, concluyó el obispo. 

Himnos e indulgencias 

Continuando con la ceremonia de cierre, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y del himno de Catamarca y se acompañó el arriamiento de la bandera. 

El rector del santuario mariano, presbítero José Antonio Díaz, anunció la bendición papal acompañada de las indulgencias plenarias para quienes reúnen las condiciones para recibirlas. A continuación, la sagrada imagen fue llevada por el obispo hasta el Camarín de la Virgen, mientras el canto “Adiós Reina del Cielo” acompañaba este último recorrido, despidiéndose los peregrinos hasta las próximas festividades, que comenzarán el 29 de noviembre y culminarán el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.

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