«Con el presidente Mattarella hemos hablado de cuestiones internacionales. El presidente volvió de un viaje a los países bálticos, hemos hablado sobre los migrantes, pero, naturalmente, dentro del tema de la UE. Sobre esto, hemos ya expresado preocupación por el cierre de los puertos, diría que ciertamente no es la solución». Es lo que dijo el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin al margen de la presentación del balance de 2017 del Hospital infantil Bambino Gesù. Lo hizo ayer respondiendo a las preguntas de los periodistas sobre migrantes y los argumentos tratados con el presidente italiano durante el almuerzo de ayer.  

El Secretario de Estado vaticano también se refirió a la situación en Nicaragua, en donde el nuncio en Managua, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, el cardenal Leopoldo Brenes y el obispo auxiliar, José Silvio Báez fueron agredidos mientras trataban de llevar consuelo y ayuda a un grupo de personas que buscaban reparo dentro de una iglesia en Diriamba. «Desgraciadamente están estos grupos paramilitares que siembran terror y violencia, y también el nuncio fue víctima de ello. Pero espero que el diálogo se pueda retomar, pero se necesita la voluntad de alcanzar un compromiso por parte de ambas partes». Uno de los periodistas preguntó si había habido alguna protesta formal por parte de la Santa Sede, a lo que Parolin respondió que «no. Hay que decir que el nuncio supo ocuparse de la situación muy bien».