La masiva y pacífica movilización de ayer por la tarde en un centenar de ciudades del país no figuraba en ninguna encuesta que en las últimas semanas vienen difundiendo cifras sobre la despenalización y/o legalización del aborto.

Cientos de miles de familias argentinas, sin distinción de creencias religiosas, salieron a las calles para manifestarse en contra del proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo porque el don de la vida es un tema que toca la fibra más sensible de la sociedad argentina; tema que merece un debate serio y profundo, escuchando la diversidad de voces con mirada federal y no que sea un acuerdo de pocos que buscan beneficios políticos, ideológicos y económicos. 

Coincidentemente con el Domingo de Ramos, día en que comienza la Semana Santa, el Día del Niño por Nacer marca un antes y un después en el debate, demostrando que lo que sucede en el Congreso Nacional refleja parcial y sesgadamente la problemática del aborto, que debe ser, sin lugar a dudas, abordada de manera integral y multidiscplinaria de modo que atienda los intereses de la madre y del niño que aquella lleva en su vientre.

Masivas marchas en distintos puntos del país en favor de la vida. En Capital Federal, hasta el helicóptero presidencial sobrevoló las calles donde miles de personas se congregaron en rechazo al aborto. #ValeTodaVida (Foto: @marianoobarrio) pic.twitter.com/fReAmiPgqR

— Caminos Religiosos (@CReligiosos) 25 de marzo de 2018

Habiendo tantos problemas mucho más urgentes y centrales sin resolver en nuestra Patria como el progresivo deterioro de la educación y la salud públicas; la pobreza y marginación social que sufre gran parte de la sociedad; el flagelo de la corrupción y narcotráfico; el maltrato permanente a los jubilados… ¿Era necesario plantear el debate en este momento? ¿Porqué no plantear soluciones de fondo para la educación, la salud y los jubilados?

Habiendo sido el 2017 un año electoral en el cual algunos partidos políticos omitieron en sus plataformas temas centrales que luego fueron propuestos y tratados en el Congreso Nacional, sería bueno que en vísperas de una nueva elección los legisladores y futuros candidatos sean transparentes y valientes al momento de pedir su voto.

Y que tengan en cuenta que Buenos Aires no es la Argentina: que al igual que los caminantes de ayer, sepa la clase gobernante y dirigente caminar las calles de nuestra tierra para conocer el sentir de su gente y saber legislar en pos del Bien Común.