Días atrás, el juez federal Claudio Bonadio había aceptado como querellantes a familiares de las víctimas del ataque en una causa paralela al expediente por la denuncia de Nisman. Se trata de la investigación que involucra al ex canciller Héctor Timerman, quien en una grabación de una conversación con el ex titular de la DAIA Guillermo Borguer admitió que negociaba con Irán la firma del memorándum secreto porque fue el responsable del atentado a la AMIA.

En su presentación ante el juez Bonadio, los familiares de las víctimas entendieron que la denuncia contra Timerman y la firma del pacto con Teherán forman parte del mismo hecho: el plan de encubrimiento descrito por Nisman.

Bonadio envió el expediente al fiscal Taiano para que dijera si compartía o no esa idea. En su dictamen, Taiano hizo suya la manifestación de la querella de que la denuncia contra Timerman "poseería entidad suficiente para impulsar una nueva investigación". Entonces, pidió que se le requiera al juez Daniel Rafecas la remisión del expediente por la denuncia de Nisman.

La denuncia de Nisman contra la ex presidenta está archivada en el juzgado de Rafecas, con fallos de la Cámara Federal que quedaron firmes en Casación. El fiscal Gerardo Pollicita había impulsado que se analizara la denuncia de Nisman, pero Rafecas desestimó esa iniciativa, al afirmar que en lo expuesto por Nisman no había una hipótesis delictiva.

El planteo de la denuncia de Nisman contra la ex presidenta y el canciller Timerman, entre otros funcionarios, se basaba en la hipótesis del fiscal de que la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán era la consagración de un pacto de impunidad que apuntaba a hacer caer las alertas rojas de Interpol que pesaban sobre los acusados iraníes en la investigación por el atentado contra la AMIA.

El objetivo del acuerdo de impunidad que Nisman denunció se completaba con la puesta en marcha de un intercambio comercial de granos por petróleo entre la Argentina e Irán. El planteo del fiscal que tenía a su cargo la unidad especial que se dedicaba a investigar el atentado contra la mutual judía se basaba en escuchas telefónicas en las que aparecían involucrados los dirigentes piqueteros Luis D'Elía (líder del partido Miles por Tierra, Techo y Trabajo) y Fernando Esteche (jefe de Quebracho), que dialogaban con supuestos emisarios del régimen de los ayatollahs, como Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil.

Nisman debía defender la denuncia contra Cristina Kirchner en el Congreso, pero apareció muerto en su departamento de Puerto Madero el 18 de enero de 2015, cuatro días después de hacer la denuncia contra la ex mandataria.