"El feminismo no se preocupa por ayudar realmente a las mujeres"

Fue una referente en Brasil de la lucha feminista pero se arrepintió y ahora pide respetar la vida.

Sara Fernanda Giromin, conocida como “Sara Winter”, fundó el movimiento feminista “Femen” en Brasil pero ahora dice estar arrepentida y mediante charlas en escuelas e instituciones advierte sobre las consecuencias que traería la despenalización del aborto. En una charla con EL ANCASTI contó su historia y explicó el porqué de su cambio de parecer.

Sara vivió una infancia “muy difícil y violenta” en un pequeño pueblo de San Pablo (Brasil) debido a que tenía un hermano mayor adicto a la cocaína y el crack y parte de una facción criminal de Brasil llamada PCC, lo que generaba constantes problemas en su hogar e hizo que se fuera de su casa a los 16 años. Quedó en la calle y se empezó a prostituir hasta que a los 18 años sufrió una violación que "la destruyó". Eso la llevó a volverse adicta a psicofármacos hasta que pudo salir de su estado cuando conoció a grupos de feministas. “Tenían un discurso romántico. Era un movimiento por la emancipación de la mujer, de luchar por los derechos de las mujeres abusadas, violadas, y con una promesa de tener muchas amigas que sufrieron como yo y curarían mis dolores” relató. Así contó que las mujeres la invitaron a un “entrenamiento intensivo” feminista que se realiza en Ucrania, donde las preparan psicológica, moral y físicamente sobre cómo implantar el movimiento feminista. Tras ese viaje estuvo 5 años como referente del movimiento, con un fuerte activismo y protestas. A los 22 años quedó embarazada y, como no tenía trabajo ni un hogar, pidió ayuda a sus compañeras feministas quienes le dieron pastillas de Misoprostol para que abortara, alentándola para que así se convierta en una referente en la temática. Sara abortó, pero es algo de lo que se arrepiente. “Lo que sufrí no se lo deseo ni a mi peor enemiga”. Tras sufrir serias complicaciones y permanecer internada, se dio cuenta de que ninguna de sus amigas feministas la había ayudado y pensó en dejar el movimiento. “No entiendo por qué las feministas están tan interesadas en poner la vida de las mujeres en riesgo” señaló y lo justificó contando los problemas psicológicos y físicos que le causó el aborto.

Comentá la nota