El presidente de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano, monseñor Vincenzo Paglia, aseguró que las acciones "pro-vida" deben extenderse a otros ámbitos como el ciudado de los refugiados y migrantes o las personas que viven en la pobreza.

"Es obvio que ser pro-vida requiere repensar el valor semántico del término vida, que no puede ser restringido a una óptica puramente de la bioética. Si somos pro-vida debemos serlo siempre, de todas formas y en todos lados pro-vida. También en el caso de la inmigración es claro por ejemplo, que es un tema que la Academia siente suyo", explicó Paglia.

"La Academia siente la responsabilidad de declinar el termino vida no solo en su contenido teórico, sino también en su contenido histórico y geográfico", aseguró Paglia en diálogo con Télam y otros medios al ser consultado sobre los alcances del Dicasterio, un organismo de la curia romana que trata un tema específico y que en este caso había sido creado por el entonces papa Juan Pablo II.

"La Academia tiene el encargo específico de ponerse al servicio de la vida humana en todas sus fases, al mismo tiempo que amplía los temas que afronta y las competencias que le son encargadas", destacó Paglia, encargado de la oficina pontificia responsable de "la promoción y defensa de la vida humana desde una perspectiva multidisciplinaria".

"La situación contemporánea exige una reflexión sobre la vida humana que tenga en cuenta las nuevas tecnologías que han provocado un impacto en este campo, así como los múltiples factores que inciden en las transformaciones de los contextos sociales", agregó.

El mes pasado, al regresar desde Colombia, el propio Papa Francisco se había manifestado en una dirección similar en conferencia de prensa al ser preguntado por la actitud del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la posible anulación de una ley que otorga beneficios a jóvenes extranjeros.

"Yo he oído hablar al presidente de Estados Unidos: se presenta como un hombre provida y, si es un buen provida, entiende que la familia es la cuna de la vida y que se debe defender su unidad", precisó entonces el obispo de Roma.