Un día después de la clausura del Congreso Eucarístico, el gobernador, Juan Manzur, despidió en el aeropuerto al Legado Pontificio Giovanni Battista Re, en su regreso a Roma.

“Pienso que Tucumán tiene que estar contenta y orgullosa de este Congreso, tanto por su dimensión religiosa y eclesial como por la especial dimensión histórica, al ser el lugar donde se declaró la Independencia”, comentó Re antes de partir. Destacó la gran participación del pueblo, “no solo en número sino también en devoción”, y agregó: “Merece una atención especial la presencia de los jóvenes. Ellos, junto a los 450 seminaristas, futuros sacerdotes, son el futuro”. 

Finalmente, el Cardenal dijo: “Este Congreso renovó la fe y dio un empuje para el tercer centenario, un empuje para que haya un progreso de Argentina en el bienestar, en la paz y en la armonía”. 

Por su parte, Manzur expresó que el Congreso Eucarístico Nacional fue “una jornada única e histórica que hemos vivido todos los tucumanos y los argentinos. Culminó con la presencia de más de 300 mil personas en la misa de ayer. Hoy ya se retiran los cardenales, los obispos, las distintas delegaciones que llegaron de todas las provincias. Vine a despedir al Cardenal Re, el enviado del papa Francisco, de quien tenemos el saludo especial y agradecimiento a todo el pueblo tucumano por su hospitalidad”.

El Gobernador por último dijo que estos días fueron una renovación de fe, alegría y de la esperanza en un futuro mejor: “Creo que ese es el principal legado que nos dejó este Congreso. El pueblo argentino y del interior es un pueblo mariano, que tiene mucha fe en la Virgen y eso se puso de manifiesto en los recibimientos. Hoy Tucumán es distinto y cambió para bien. Esperamos que nos ayuden para seguir avanzando por una provincia mejor”.