Dos aspectos controvertidos rodean la visita del Papa a Perú. El primero de ellos tiene resonancias similares a los que conmovieron esta gira en la escala inicial en Chile. Antes de llegar a la región, el Vaticano dispuso la intervención de la organización católica peruana Sodalicio de Vida Cris- tiana por las graves acusaciones vertidas contra su fundador, Luis Fernando Figari, relacionados con abusos sexuales.

La Fiscalía general peruana había pedido prisión preventiva para este laico católico, quien se encuentra en Roma. La orden incluyo a otros ex miembros de la organización por asociación para delinquir, secuestro y lesiones psicológicas graves debido a los abusos sexuales. La investigación concluyó que al menos 36 personas, 19 de ellas menores, fueron víctimas de violaciones entre 1975 y 2002 por parte de los líderes de Sodalicio, ente ellos Figari. Las denuncias sin embargo acabaron archivadas debido a que prescribieron.

El otro tema se vincula con la polí- tica interna peruana y un controvertido suceso reciente.

Los familiares de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, por las cuales el ex mandatario Alberto Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión, pidieron una audiencia con el Papa durante esta visita.

Esperan recibir la solidaridad del pontífice contra el polémico indulto que el gobierno de Pedro Kuczynski otorgó recientemente al ex jefe de Estado .

“Para nosotros sería valioso que (el Papa) pueda conocer este contexto en el que estamos viviendo en el Perú lamentablemente porque el uso político de términos como reconciliación y paz están siendo manoseado por el gobierno”, afirmó días atrás Gisela Ortiz, hermana de uno de los nueve estudiantes de la Universidad La Cantuta asesinados en 1992 durante la gestión de Fujimori.

Las dos matanzas fueron cometidas por el grupo militar encubierto Colina. Los familiares equiparan esos episodios con la represión realizada en Sudamérica por las dictaduras militares en los años 70.

El episcopado peruano no respondió inmediatamente el pedido de audiencia, pero fuentes políticas dudaron que la cita pueda producirse. El pontífice argentino se reunió ayer con el presidente Kucynski y el tema del indulto no figuraba en la agenda del encuentro con el jefe de la iglesia católica.