Rechazo de la APDH San Luis a la "reconciliación" con genocidas propuesta por la Iglesia

Rechazo de la APDH San Luis a la

La Confederación Episcopal Argentina busca promover un encuentro entre víctimas y victimarios del terrorismo de Estado.

 

 

La Asociación Permanente por los Derechos Humanos filial San Luis se sumó al rechazo de otros organismos vinculados a los Derechos Humanos tras conocerse la intención de la Conferencia Episcopal Argentina de comenzar con un proceso de "reconciliación" a partir de lo ocurrido durante la última dictadura militar: los obispos recibirán los testimonios directos de un grupo de familiares de desaparecidos y de militares.

 

Encabezados por el presidente de la CEA, el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, un centenar de obispos de distintos puntos de la Argentina se reunirá hasta el sábado 6 en la casa de retiros El Cenáculo-La Montonera de la localidad bonaerense de Pilar.

 

Durante la asamblea plenaria, "se comenzará con un itinerario de trabajo sobre el tema de la reconciliación en el marco de la cultura del encuentro" y los obispos "continuarán abordando esta cuestión durante varias asambleas como una oportunidad para reflexionar acerca del modo de comunión dentro de la Iglesia y como un servicio al encuentro fraterno de los argentinos", según se informó en un comunicado de prensa de la CEA publicado por diferentes medios de comunicación.

 

El documento de la APDH San Luis dice lo siguiente:

La APDH Regional San Luis, se une al rechazo expresado por Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y Abuelas de Plaza de Mayo por las expresiones del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), José María Arancedo, “de promover un encuentro que intenta promover “reconciliar” a víctimas y victimarios del terrorismo de Estado, pretendiendo escuchar “testimonios de familiares de personas que sufrieron las consecuencias de este período marcado por la violencia en distintos ámbitos de la sociedad”.

 

Es una idea miserable que ni siquiera tiene fundamentos, cuando desde los organismos de DDHH venimos bregando desde hace 40 años, para sentar en el banquillo de los acusados a los principales responsables del terrorismo de Estado, es decir a los civiles y militares y al poder económico en particular, en la búsqueda de Verdad y Justicia.

Manifiesta al respecto Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora “¿Ahora vienen a pedir reconciliación? Deberían decirles a los militares genocidas que vayan a los tribunales a declarar toda la verdad sobre nuestros hijos”, y Estela Carlotto Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo opinó en la misma línea: “No tenemos que reconciliarnos con nadie; yo no agravié a nadie; fui agraviada con el asesinato de mi hija y el robo de mi nieto”, remarcó. Abuelas aún busca a más de 300 bebés apropiados durante el terrorismo de Estado. No hay diálogo posible con quienes secuestraron, torturaron y desaparecieron a nuestros hijos e hijas; con quienes niegan información sobre su destino final; con quienes saben dónde están los más de 300 nietos y nietas que aún son esclavos de la mentira y, a 40 años de su apropiación, continúan viviendo bajo una identidad falsa”.

 

Aquí hubo un genocidio perpetrado por un brazo ejecutor, las fuerzas armadas, y un bloque de poder donde confluían los empresarios locales, las agencias gubernamentales, la CIA y las empresas de los EE.UU, las cúpulas de la Iglesia, los partidos políticos tradicionales y casi toda la industria de la comunicación de entonces. Los responsables del genocidio, quienes gozaron de impunidad durante más de 30 años, hasta ahora no han tenido la hombría de decir ante la justicia la verdad sobre los delitos cometidos, sobre el destino de los desaparecidos ni tampoco dónde están los 300 nietos que falta restituir a sus familias.- 

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