Próvolo: Tras la designación de un interventor, la congregación podría ser disuelta en el país

Próvolo: Tras la designación de un interventor, la congregación podría ser disuelta en el país

El obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey, fue designado "comisario apostólico" con plenos poderes de la comunidad religiosa. Deberá definir su futuro y avanzar en el juicio canónico. Hay dos sacerdotes, una monja y tres empleados presos.

Sergio Rubin

La Compañía de María para la Educación de Sordomudos, que regentea los Institutos Próvolo, en uno de cuyos centros –el de Luján de Cuyo, Mendoza- estalló meses atrás un escándalo tras 27 denuncias de abusos cometidas por dos sacerdotes, una monja y tres empleados en perjuicio de chicos sordomudos podría ser disuelta en el país por la Iglesia.  Y su obra pasar a otra comunidad religiosa. La posibilidad tomó cuerpo ayer al conocerse que el Vaticano designó a un “comisario apostólico” con amplias facultades, entre las que se cuentan –según pudo saber Clarín- decidir sobre su continuidad, avanzar con la investigación eclesiástica (canónica) ante los casos denunciados y colaborar con el accionar de la Justicia.

La Nunciatura Apostólica (embajada papal) en Buenos Aires informó que la congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede designó al obispo auxiliar de La Plata, monseñor Alberto Bochatey "comisario apostólico ad nutum Santcta Sedis para todas las comunidades y los sodales de la Compañía de María para la Educación de Sordomudos". En un comunicado, precisa que "este oficio implica la atribución (al nombrado) de todas las competencias que el derecho propio del Instituto y el derecho universal de la Iglesia Católica atribuye al gobierno del Instituto religioso en cuestión".

Por las numerosas denuncias, la justicia mendocina investiga a los sacerdotes Nicolás Corradi, de 82 años -y con acusaciones previas por el mismo delito perpetradas en una casa religiosa de Verona (Italia)-, y Horacio Corbacho, de 55, y tres empleados del instituto: José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez. Todos están imputados por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores". Y se encuentran privados de su libertad.

También está detenida y procesada la monja japonesa Kosaka Kumiko bajo la acusación de ser quien seleccionaba y entregaba a los niños para ser sometidos a abusos sexuales, e incluso de participar de los vejámenes. Recientemente, abogados quellantes pidieron se impute a otras nueve personas por los casos de abusos sexuales y se llame a declarar a 200 ex alumnos que asistieron al Próvolo entre 1998 y 2016.

En mayo, los sacerdotes cordobeses Dante Simón y Juan Martínez, habían sido enviados a Mendoza por el Vaticano para iniciar un proceso canónico contra Corradi y Corbacho y prestaron declaración como testigos ante el fiscal Flavio D'amore. Por el hecho de que Corradi ya tenía antecedentes del mismo delito en Italia el Episcopado acordó reforzar los controles de los obispados sobre los sacerdotes que vienen de otras diócesis.

La Compañía de María para la Educación de Sordomudos fue fundada el 23 de septiembre de 1839 en Verona, Italia, por Don Antonio Próvolo, quien dedicó su vida a la educación de la juventud necesitada y más específicamente de niños y niñas sordos. Los primeros miembros de esta congregación llegaron al país el 12 de febrero de 1914 y se establecieron en La Plata, Buenos Aires y Mendoza.

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