Con la finalidad de darle una estética mas luminosa e infantil a la capilla del Hospital de Niños “Sor María Ludovica” se inauguró ayer el primero de tres vitrales que refleja la Natividad. “Está pensado para que los pequeños pacientes que se atienden acá entiendan la temática y encuentren un espacio donde el juego de luces de los vidrios crea un ambiente mágico”, contó Martín La Spina, el artista que llevó adelante el diseño y la realización de la pieza.

El vitral fue encargado por la comunidad Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, las religiosas que viven y atienden a los pacientes en el hospital, comenzó a hacerse en noviembre del año pasado y su construcción demandó tres meses.

Se encuentra en el lugar donde había una de las tres ventanas cancel que dan a calle 14 y se anticipó que en el resto de las antiguas aperturas también se prevé instalar vitrales que se harán con motivos religiosos y figuras infantiles.

“Nos pareció una buena idea que en el primero se representara una Natividad porque se pueden ver figuras infantiles que producen empatía con los chicos; en el resto de las ventanas también vamos a inspirarnos en otras temáticas propias de los niños”, sostuvo La Spina.

El artista contó que la estructura del vitral emplomado fue realizada por Juan Camargo, que se desarrolló a pleno color con la finalidad de poner a la capilla en sintonía con un ámbito en el que pasan tanto tiempo los niños internados o los que realizan tratamientos ambulatorios.

ALEGRÍA Y COLOR

“Las figuras representadas transmiten alegría, color, invitan a estar en la capilla, son imágenes pensadas para ser comprendidas por los niños”, agregó el artista y aclaró que todo el que quiera ver el vitral podrá hacerlo en cualquier momento porque la capilla se encuentra siempre abierta.

Entre los asistentes a la inauguración estuvieron médicos, autoridades, religiosas, voluntarias, payamédicos, vecinos, familiares de niños internados y pacientes que pudieron salir de las salas donde están internados y fueron los responsables de descubrir el vitral.

Después de varios días de lluvia se destacó la suerte de que justo saliera el sol para que se resaltaran los colores de la obra con todo su esplendor.

La Spina, que también es docente de la cátedra de pintura básica, consignó que realizó otras obras de carácter religioso y que junto a la facultad de Bellas Artes participó de los murales que se pintaron en el área de terapia intensiva y en el gimnasio.

En la inauguración se remarcó la importancia de darle otra connotación a ese espacio religioso para que tanto los pequeños pacientes como sus familiares puedan acercarse en un momento de dificultades y sentirse más contenidos por esa luminosa ambientación.

“Se buscó aggiornar la capilla y el color transforma el espacio, ahora empezamos a construir el segundo vitral que también contará con niños en la escena, el elemento común a las tres piezas”, concluyó La Spina.