El Domingo de Pascua de Resurrección se vivió con un clima de fiesta en la provincia, y no es para menos ya que se trata de la celebración más importante en el calendario litúrgico. En diferentes parroquias se llevaron a cabo misas conmemorativas y como ya es costumbre, cientos de laicos se acercaron hasta la sede del Arzobispado de Corrientes para compartir el tradicional saludo pascual. 

A media mañana comenzaron a llegar los primeros fieles, entre los que se pudo distinguir una masiva participación de niños y jóvenes, que alegraron la jornada con globos, tamborines, bailes, canciones cristianas, y salutaciones cordiales en el ingreso.

En un clima de armonía y alegría, el encuentro comenzó a las 10 con el saludo pascual de las instituciones y grupos pastorales de la iglesia correntina. En el mensaje todos coincidieron en la importancia de homenajear a Jesús como símbolo de amor, vida y misericordia. 

Además fue una oportunidad propicia para renovar el compromiso con la fe y alentar a otros a seguir por el mismo camino de salvación. Cada uno, a su modo, compartió la alegría con poesías, mensajes en guaraní, regalos, sapukay y hasta baile. “Hoy es un día de fiesta, por eso los jóvenes trajimos lo que mejor sabemos hacer: bailar”, expresó Gabriel Segovia miembro de la asociación “Niño Jesús”; quienes por tercer año consecutivo, alegraron la jornada con folklore. 

Este equipo está compuesto por niños, jóvenes y chicos con capacidades diferentes; que recibieron cálidos aplausos tras la actuación.

Mensaje de Stanovnik

Alrededor de las 11 finalmente el Arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik, agradeció los gestos de alegría y resumió el mensaje pascual a través de un poema.

 “Quería expresar el mensaje pascual en una poesía que me mandó uno de ustedes. La misma se trata de alguien que quería comprar una imagen y fue a encargarla a un imaginero”, describió. Dicho esto, relató que la persona buscaba, “una imagen de Jesús el galileo que refleje su fracaso intentando un mundo nuevo, que conmueva las conciencias y cambie los pensamientos. Una imagen viva de un Jesús hombre sufriendo, que ilumine a quien la mire el corazón”.

Para admiración de los interlocutores la narración de monseñor continuó con la respuesta del imaginero que dijo: “Aquí no hallará seguro la imagen del  Nazareno. Vaya a buscarla en las calles, entre las gentes sin techo, en hospitales, entre los niños  hambrientos, en mujeres maltratadas y en personas  sin empleo. Pero la imagen de Cristo no la busque en los museos, no la busque en las estatuas, en los altares y templos, busque mejor entre los pobres su imagen de carne y hueso”.

Luego de muchos aplausos, Stanovnik opinó que esta historia es un mero reflejo y ejemplo de cómo deben actuar los cristianos. “Esta es la mejor forma de conmemorar la Pascua, llevando a cabo obras de misericordia, tanto espirituales y corporales. Ojalá que esto nos sirva como un test para cada mañana cuando nos levantamos y un examen de conciencia para cuando nos recostamos”, aconsejó. 

A continuación realizaron una oración en el año de la misericordia, y el arzobispo bendijo a los presentes diciendo: “Que el Señor los bendiga, los guarde, les muestre su rostro y tenga misericordia de ustedes. Felices Pascuas”. Una vez dicho esto el encuentro prosiguió con un refrigerio de roscas de pascuas y bebidas, compartidos entre los laicos y miembros de la arquidiócesis”.