El Papa “bendice” el diálogo para una Corea libre de las armas nucleares

El Papa “bendice” el diálogo para una Corea libre de las armas nucleares

En el Regina Coeli el Papa reza por los cristianos en Nigeria y anunció el peregrinaje del primero de mayo al Divino Amore, en donde recitará un Rosario por Siria. «La caridad no es ideología»

«La caridad no es ideología». Es necesario encontrar la valentía «para salir de nosotros mismos, de nuestras comodidades, de nuestros espacios restringidos y protegidos, para adentrarnos en el mar abierto de las necesidades de los demás y dar amplio alcance a nuestro testimonio cristiano en el mundo». El Papa Francisco lo dijo durante la oración del Regina Coeli de este domingo en la Plaza San Pedro con alrededor de 30 mil fieles. Francisco elogió el «valiente empeño» por el deshielo entre las dos Coreas, y expresó su deseo de que pueda haber un futuro para la península «libre de las armas nucleares». También rezó por los cristianos perseguidos de Nigeria y anunció que el primero de mayo se dirigirá al Santuario romano de la Virgen del Divino Amor para recitar el Rosario por la paz en Siria y en el mundo entero. 

  

«Acompaño con la oración el resultado positivo de la Cumbre inter-coreana del viernes pasado y el valiente empeño que asumieron los líderes de las dos partes para llevar a cabo un proceso de diálogo sincero por una península coreana libre de las armas nucleares», afirmó el Papa después de la oración mariana. «Pido al Señor que la esperanza de un futuro de paz y más fraterna amistad no sean desilusionadas y que la colaboración pueda proseguir dando frutos de bien para el amado pueblo coreano y para el mundo entero».  

  

Francisco también dedicó un pensamiento a Nigeria, cuya comunidad cristiana la semana pasada «fue nuevamente golpeada con el asesinato de fieles», entre los que había dos sacerdotes. «Encomendamos a Dios a estos hermanos y le pedimos que ayude a la comunidad a volver a encontrar la concordia y la paz», añadió. 

  

La tradicional cita dominical en la Plaza San Pedro fue la ocasión para que el Pontífice anunciara que «pasado mañana, primero de mayo, por la tarde, comenzaré el mes mariano con un peregrinaje al santuario de la Virgen del Divino Amor». Allí, indicó, «recitaremos el Rosario, rezando en particular por la paz en Siria y en el mundo entero: invito a unirse espiritualmente y a extender durante todo el mes de mayo la oración del Rosario por la paz». 

  

Algunas consideraciones geopolíticas se entrelazaron con meditaciones teológicas en las palabras del Papa durante el Regina Coeli de hoy. En la catequesis, antes del rezo mariano, Bergoglio recordó el modelo del amor de Jesús por la humanidad para pedir «el compromiso de caridad hacia el prójimo, amando a los hermanos con abnegación de sí, hasta las últimas consecuencias». «El dinamismo de la caridad del creyente –observó– no es fruto de estrategias, no nace de preocupaciones exteriores, de instancias sociales o ideológicas, sino del encuentro con Jesús y con el permanecer en Jesús». De hecho, «Él para nosotros es la vid de la que absorbemos linfa, es decir la vida para llevarla a la sociedad en una manera diferente de vivir y de gastarse, que pone en primer lugar a los últimos». Y «nada podemos sin Él, porque nuestra vida es Cristo vivo, presente en la Iglesia y en el mundo». 

  

Pero, para ser santos, resaltó el Papa citando su exhortación “Gaudete et exsultate”, «no es necesario ser obispos, sacerdotes, religiosas o religiosos: todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo cada uno el proprio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí en donde se encuentre». Según el obispo de Roma, «cualquier actividad (el trabajo y el reposo, la vida familiar y social, el ejercicio de las responsabilidades políticas, culturales y económicas), cada actividad, si es vivida en unión con Jesús y con actitud de amor y de servicio, es ocasión para vivir en plenitud el Bautismo y la santidad evangélica». 

  

Reflexionando sobre las lecturas que propone la liturgia de hoy, Francisco recordó particularmente el pasaje del Evangelio «en el que Jesús se presenta como la verdadera vid y nos invita a permanecer en Él para dar muchos frutos». La vid, explicó, es «una planta que forma un uno con los sarmientos y los sarmientos únicamente son fecundos en cuanto están unidos a la vid». Esta relación es «el secreto de la vida cristiana y el evangelista Juan la expresa con el verbo “permanecer”, que en el pasaje de hoy es repetido siete veces. Permanecer en mí, dice el Señor, permanecer en el Señor». 

  

Se trata, según el Papa, de «permanecer con el Señor para encontrar la valentía de salir de nosotros mismos, de nuestras comodidades, de nuestros espacios restringidos y protegidos, para adentrarnos en el mar abierto de las necesidades de los demás y dar amplio alcance a nuestro testimonio cristiano en el mundo». «Esta valentía de adentrarnos en las necesidades de los demás nace de la fe en el Señor resucitado y de la certeza de que su Espíritu acompaña nuestra historia», afirmó. 

  

  

El Papa Francisco invocó a la «Virgen María, Reina de los santos y modelo de perfecta comunión con su Hijo divino», al final de la catequesis, para que «nos enseñe a permanecer en Jesús, como sarmientos en la vida, y a no separarnos nunca de su amor». 

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