"No logramos convencer sobre el valor humanizador de la religión"

El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, habló sobre la decisión de la Corte de excluir la enseñanza religiosa de la currícula de escuelas públicas. Dijo que la Iglesia acatará la medida, y pidió el apoyo de padres y catequistas para enseñar fuera de hora.

El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, brindó una conferencia de prensa tras conocerse el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que prohíbe el dictado de educación religiosa en los espacios curriculares en todas las escuelas públicas de la provincia.

El prelado explicó que el fallo respeta el derecho de los padres a pedir la educación religiosa para sus hijos y propone dictar la educación religiosa desde lo extracurricular, no dentro de la currícula y en el horario fuera de clases. “Quiere decir que los considerandos no revelan una postura laicista extrema, sino el reconocimiento del derecho de los padres y la posibilidad de ofrecerlo fuera de hora”, detalló.

El arzobispo salteño observó que la Iglesia "se va a atener a lo que dispone la Corte y a lo que la provincia ahora legisle modificando la ley existente para que se adecue a lo dispuesto”.

Por otro lado, Cargnello reconoció que a partir de este fallo se plantea para los padres “una elección más ponderada, más comprometida, desde la fe, en orden a cuidar que se dé la posibilidad de educación religiosa extracurricular y en horarios extraclase".

"En esto deben estar los padres atentos, para pedir que eso se dé y después para apoyar a los chicos a que se queden una hora más en el día en que se da religión, para que los chicos estén. En este caso el padre ya no descansa en lo que la escuela da, sino que le pide a la escuela y trata de sostener a la escuela para que esto se dé”, advirtió.

Cargnello aseguró haber escuchado los argumentos en contra, que en general son “argumentos conocidos desde extremos más ofensivos y que siempre apuntan a lo que ellos llaman una especie de hegemonía de la Iglesia católica”, y por otro lado reconoció que hubo “argumentos dignos de ponderación, al menos de debate, de conversación”, y destacó que “los seres humanos tenemos que aprender a buscar la verdad y a proponerla con mayor precisión frente a las objeciones que a la misma se presentan”.

Respecto a los cultos y las prácticas de rezo al inicio de las clases, el prelado señaló que eso “no tiene nada que ver con la enseñanza religiosa”, sino que se trata de costumbres que dependían o de los directivos, o del maestro de escuela, o de la gente que a veces les pide”.

“Yo puedo reconocer que históricamente hemos cometido errores”, admitió el prelado, al reconocer que “hay fundamentalismos de distintas religiones y hay fundamentalistas en distintas religiones, pero no es ese el espíritu, menos el espíritu de la Iglesia católica”, añadió.

“El espíritu de la Iglesia es justamente tratar de que la religión sea como un elemento antropológico, es decir, que da una visión del hombre libre, solidaria, fraterna, abierta a todos. Para nosotros la norma es esa: Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”, añadió.

Sobre su parecer respecto al fallo, sostuvo: “Yo tengo que respetar, no me pregunten pareceres, sino que tengo respetar”. Aunque lamentó que "lo que no hemos logrado convencer es sobre el valor humanizador de la religión dentro un proceso educativo, que puede constituir un servicio a la calidad humana de nuestra gente, cualquiera sea, en cualquier lugar”.

Cargnello evitó criticar a los detractores de la enseñanza religiosa, y avisó que "para la Iglesia el desafío será trabajar más", y en el caso de los docentes de religión, les pidió "prepararse con mayor esmero de lo que lo hacen ahora para que la clase de religión sea verdaderamente de calidad y sepa ser pedagógicamente atractiva, para que los chicos deseen ir a su clase de religión”.

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