La humanidad y la Creación en riesgo por la industrialización y la corrupción

La humanidad y la Creación en riesgo por la industrialización y la corrupción

Durante la Liturgia de la Palabra, en ocasión de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, el padre Cantalamessa exhortó, citando la «Laudato si’» y el «Cántico de las Criaturas»: «¡La defensa de la Creación comienza contigo!»

Por PABLO LOMBÓ

ROMA

«¡Oh, Señor nuestro, cuán admirable es tu nombre sobre toda la tierra!». A las 17 horas de este primero de septiembre, Papa Francisco entró a la Basílica de San Pedro para presidir la Liturgia de la Palabra, en Ocasión de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que él mismo instituyó el apsado 6 de agosto. Durante el rito, la lectura consistió en pasajes de la encíclica del Pontífice «Laudato si’» y del «Cántico de las Criaturas» de Francisco de Asís. Después de la proclamación del Segundo Evangelio de san Mateo, el Predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa, pronunció la homilía.

«Nadie puede servir seraimente la causa de la defensa de la Creación si no tiene el valor de apuntar el dedo en contra de la acumilación de riquezas exageradas en las manos de pocos y en contra del dinero que es su medida», subrayó en la homilía el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa. «La fe en un Dios creador y en el hombre, creado a imagen de Dios, no es una amenaza, sino más bien una garantía para la Creación, y la más fuerte de todas. Dice que el hombre no es dueño absoluto de las demás criaturas; debe dar cuenta de lo que ha recibido», explicó el fraile capuchino.

«Una prueba de que no es la visión bíblica la que favorece la prevaricación del hombre sobre la Creación –afirmó–, es que el mapa de la contaminación no coincide para nada con el de la difusión de la religión bíblica o de otras religiones, sino, más bien, coincide con el mapa de una industrialización salvaje, que solo pretende la ganancia, y con el mapa de una corrupción que cierra la boca a todas las protestas y que resiste a todos los poderes».

Sobre el «Cántico de las Criaturas», que el Papa «eligió como marco espiritual para su encíclica», Cantalamessa dijo que Francisco «es la prueba viviente del aporte que la fe en Dios puede dar al esfuerzo común para la defensa de la Creación. Su amor por las criaturas es una consecuencia directa de su fe en la paternidad universal de Dios. No tiene todavía las razones prácticas que tenemos hoy nosotros para preocuparnos por el futuro del planeta: contaminación atmosférica, falta de agua limpia… El suyo es un ecologismo puro, sin los utilitarismos, por cuanto sean legítimos, que tenemos nosotros hoy». 

«Francisco no tenía la visión global y planetaria del problema ecológico, sino una visión local, inmediata –explicó Cantalamessa. Pensaba en lo que podían hacer él y eventualmente sus hermanos. Pero también en esto él nos enseña algo. Un ‘slogan’ de moda hoy dice: ‘Think globally, act locally’. ¿Qué sentido tiene, por ejemplo, enojarse con los que contaminan la atmósfera, los océanos y los bosques, si yo no dudo en arrojar a un torrente o al mar una bolsa de plástico que permanecerá ahí por siglos, si alguien no la recupera, si tiro en donde sea, en la calle o en el bosque, lo que ya no quiero, o si ensucio los muros de mi ciudad? La salvaguardia de la Creación, como la paz, se hace, diría nuestro Santo Padre Francisco, “artesanalmente”, comenzando inmediatamente desde uno mismo. La paz comienza contigo, se repite a menudo en los mensajes para la Jornada de la Paz; ¡también la salvaguardia de la Creación comienza contigo!».

Para el predicador pontificio, «Francisco nos indica la vía para un cambio radical en nuestra relación con la Creación: consiste en sustituir la posesión con la contemplación. Él descubrió una manera diferente para gozar las cosas, que es la de contemplar, en lugar de poseerlas. Puede gozar todas las cosas, porque renunció a poseer ninguna».

«Creo que si viviera hoy –concluyó Cantalamessa–, añadiría una estrofa a su Cántico. “Alabado seas, mi Señor, por todos los que trabajan para proteger a nuestra hermana madre Tierra, científicos, políticos, líderes de todas las religiones y hombres de buena voluntad. ¡Alabado seas, mi Señor, por aquel que, con mi nombre, tomó también mi mensaje y lo está llevando a todo el mundo!”».

Papa Francisco, pocas horas antes de la Celebración, escribió en su cuenta de Twitter: «Hoy es la Jornada mundial de oración por el cuidado de la Creación. Recemos y trabajemos».

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