Grabois: De los movimientos sociales a consultor del Vaticano

Grabois: De los movimientos sociales a consultor del Vaticano

El Papa nombró al dirigente argentino Juan Grabois como consultor del Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano. Un hombre a quien Francisco conoce desde hace años, artífice de los encuentros mundiales de los movimientos sociales.

Por ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ - CIUDAD DEL VATICANO

Tiene 33 años y mantiene un bajo perfil. El Papa lo estima y halaga su trabajo con los excluidos. Fue el verdadero artífice de los dos encuentros mundiales de los movimientos sociales en los que participó Francisco. Y hace pocos días manifestó, en Argentina, el malestar del pontífice por la imprevista donación del gobierno de Mauricio Macri a la fundación “Scholas Occurrentes”. Se llama Juan Grabois y este sábado fue designado por Bergoglio como consultor del Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano. 

La noticia la dio a conocer la sala de prensa de la Santa Sede con un breve comunicado en el cual detalló que, entre otras cosas, él es “cofundador del Movimiento de los Trabajadores Excluidos y de la Confederación de la Economía Popular”. Y precisó que “ejerce como profesor de Teoría del Estado y de práctica profesional en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Católica Argentina (Argentina), respectivamente”.  

El nombramiento no hace más que certificar el aprecio del líder católico por el abogado, hijo de un histórico dirigente peronista argentino Roberto “Pajarito” Grabois”. Un joven emprendedor, de trato directo y asiduo con el Papa en Roma. ¿Su objetivo? Organizar y vertebrar a los trabajadores que se encuentran al margen de los tradicionales sindicatos, ajenos a los derechos laborales básicos: Empleados ambulantes, cartoneros, cuentapropistas y campesinos. 

Una iniciativa que la prensa llama “la CGT de los precarios”. Una referencia a la Confederación General del Trabajo, la histórica sigla de la representatividad sindical en la Argentina. Aunque el propio Grabois es muy crítico con el gremialismo organizado que, en su visión, ha dado la espalda a los trabajadores. Por lo pronto, su confederación ya cuenta con más de 80 mil afiliados entre los cuales se cuentan vendedores, obreros de fábricas recuperadas, motoqueros, campesinos, tarjeteros y beneficiarios del Plan “Argentina Trabaja”.  

Ahora vive en el sur argentino, en San Martín de los Andes, donde trabaja en una escuela de formación para militantes. Pero según él mismo contó en julio de 2014, su relación con el Papa nació en 2005, con motivo de una misa realizada por el entonces arzobispo de Buenos Aires en la catedral en medio de un conflicto por los niños que trabajaban en la recopilación de basura, los “cartoneros” como se le conoce en el país sudamericano.   

En el gobierno de la capital argentina destacan en Grabois su capacidad de gestión y su colaboración para evitar mayor conflictividad con ese sector. Es más, la prensa le atribuye haber conseguido que el gobierno de la ciudad reconociese a los cartoneros durante la administración local del hoy presidente, Mauricio Macri.  

A inicios de 2007, el abogado escuchó varias homilías de Bergoglio sobre los pobres y los excluidos, y se sintió representado. Entonces decidió sumarlo a un acto del 1 de mayo. El arzobispo le respondió que no podía, pero lo invitó a conversar a su oficina. De ese diálogo surgió una iniciativa concreta. En 2008 el cardenal celebró una misa pública con cartoneros y precarios bajo el lema “Por una patria sin esclavos ni excluidos”. La ceremonia se repitió cada año, sin interrupción, hasta 2012.  

El vínculo se mantuvo entre Grabois y el nuevo Papa. De esa manera se fue gestando un coloquio inédito, el primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares realizado en octubre de 2014 en el Vaticano. Una reunión que convocó a representantes de decenas de países y que concluyó con un intenso discurso del Papa centrado en tres palabras que son ya un lema del pontificado: Tierra, techo y trabajo.   

La cita se volvió a repetir en Santa Cruz de la Sierra en julio de 2015 durante el viaje apostólico de Francisco a Ecuador, Bolivia y Paraguay. En marzo pasado, el abogado fue uno de los oradores en la asamblea plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina del Vaticano. Fue invitado por una específica solicitud del Papa para un encuentro que versó sobre el rol de los laicos en la Iglesia.   

Apenas unos días atrás, Juan Grabois apareció en la prensa argentina para comentar la sorpresa del Papa ante la millonaria donación estipulada por el gobierno del presidente Macri a la fundación pontificia “Scholas Occurrentes”, una red de escuelas para el encuentro impulsada por el mismo líder católico.   

“El que piensa que por darle plata, máxime fondos públicos, a una fundación, escuela, ONG, cooperativa u movimiento popular por el sólo hecho de estar directa o indirectamente vinculada al Papa está haciendo un ‘gesto a Francisco’ es realmente un pelotudo, además de un corrupto y un prevaricador’, advirtió, seco, el abogado al diario Página/12 (01.06.2016).

Y no dudó en apuntar: “Si el Estado financia una organización debe ser por su capacidad para mejorar la realidad del pueblo de la Nación. Scholas hace una tarea enorme en la Argentina y todo el mundo, es por eso que merece el acompañamiento del Estado. Pero presentarlo como un favor al Papa es una barbaridad y algo que de ninguna manera él aceptaría en esos términos. Se ve que no conocen a Francisco”. 

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