«Nosotros no somos ni príncipes ni condes ni barones». Lo recordó Papa Francisco a los Clérigos marianos de la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen María, que fueron recibidos hoy en audiencia en el Vaticano. «Custodiar la fe en ls simplicidad —advirtió el Papa—, este es el fundamento. Acerquémonos a los que más sufren». 

El Papa animó a «mantener viva esta tradición del servicio a las personas pobres y humildes, mediante el anuncio del Evangelio con un lenguaje comprensible para ellos, con las obras de misericordia y el sufragio de los difuntos». Y recordó que «el gran reto de la inculturación les exige hoy que anuncien la buena noticia con lenguajes y modos comprensibles para los hombres de nuestro tiempo, involucrados en procesos de rápida transformación social y cultural. Su Congregación cuenta con una larga historia, escrita por valientes testigos de Cristo y del Evangelio. En este surco, están llamados hoy a caminar con celo renovado para impulsarse, con libertad profética y sabio discernimiento, por caminos apostólicos y fronteras misioneras, cultivando una estrecha colaboración con los Obispos y los demás elementos de la comunidad eclesial». 

«Solo corazones plenamente abiertos a la acción de la gracia son capaces de interpretar los signos de los tiempos y de aprovechar los llamados de la humanidad necesitada de esperanza y de paz», advirtió Bergoglio.