Atletas de las dos Coreas juntos; el Papa: mensaje de paz

Atletas de las dos Coreas juntos; el Papa: mensaje de paz

Un equipo juvenil hizo una demostración de Taekwondo en la Plaza San Pedro durante la Audiencia General

Un equipo juvenil de atletas de Taekwondo de las dos Coreas (del Norte y del Sur) hizo una demostración para el Papa y los fieles en la Plaza San Pedro durante la Audiencia General. «Agradezco a los atletas coreanos por su exhibición», comentó Jorge Mario Bergoglio: «Ha sido una sana muestra de voluntad de paz; las dos Coreas juntas: ha sido un mensaje de paz para toda la humanidad. ¡Gracias!». 

  

Los jóvenes atletas coreanos del norte y del sur, vestidos de blanco y negro, hicieron un breve espectáculo que concluyó con dos gestos que se refieren claramente al proceso de paz que se está llevando a cabo entre Pyongyang y Seúl: una chica vestida de blanco liberó una paloma, símbolo de paz, y un chico vestido de negro golpeó, con un salto acrobático, un rollo de tela que, al revelarse, tenía escrita la frase: «One world, one Takwon-Do». Después, todos los jóvenes atletas expusieron otro rollo de tela con una frase en italiano: «la paz es más preciosa que el triunfo». 

 

AP

  

La exhibición de esta mañana, organizada por la International Taekwondo Federation, está llena de significado, porque hace algunos días, según indicó la agencia de prensa sudcoreana Yonhap, la delegación de Corea del Norte, en el ámbito del encuentro entre Donald Trump y Kim Yong-un (acordado, cancelado y ahora nuevamente probable), había anulado su presencia en Roma aduciendo que habría debido participar en la prevista ejercitación conjunta entre Estados Unidos y Corea del Sur. Esta anulación, evidentemente, fue revocada. La exhibición deportiva, escribió la Yonhap, fue propuesta por el Vaticano en ocasión de los Juegos Olímpicos de PeyongChang de febrero de este año. 

  

Mientras tanto, durante la Audiencia, el Papa continuó con su ciclo de catequesis dedicado a la confirmación, y se concentró en la señal del Espíritu Santo. «Uno solo es el Espíritu», dijo el Papa, «pero viniendo a nosotros trae consigo riquezas de dones: sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Hemos escuchado el pasaje bíblico con estos dones traídos por el Espíritu Santo. Según el profeta Isaías, estas son las siete virtudes del Espíritu infundidas en el Mesías para que cumpliera su misión. También san Pablo describe el abundante fruto del Espíritu que es “amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, felicidad, mansedumbre, dominio de sí”. El único Espíritu –precisó Francisco– distribuye los múltiples dones que enriquecen a la única Iglesia: es el Autor de la diversidad, pero al mismo tiempo es el Creador de la unidad. De esta manera, el Espíritu da todas estas riquezas que son diferentes, pero al mismo tiempo crea la armonía de todas estas riquezas que tenemos nosotros los cristianos». 

  

«Según la tradición apostólica –recordó el Papa Francisco– el Espíritu se comunica a través de la imposición de las manos. A este gesto, se une la unción del aceite perfumado o crisma, que indica cómo el Espíritu entra hasta lo más profundo de nosotros, embelleciéndonos con tantos carismas. De este modo, el sacramento se confiere con la unción del santo crisma en la frente y pronunciando estas palabras: “Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”. Es una señal visible del don invisible. Un carácter indeleble que nos configura más plenamente con Jesús y nos da la gracia para difundir por el mundo el buen olor de Cristo». 

  

Recibiendo en la frente el signo de la cruz con el aceite perfumado, señala el Obispo de Roma, el confirmando recibe pues un signo espiritual indeleble, recibe el “carácter”, que lo configura más perfectamente a Cristo. Y como decía San Ambrosio a los neo-confirmados: «recuerda que has recibido un signo espiritual y conserva lo que has recibido. Dios Padre te ha marcado, te ha confirmado a Cristo Señor y ha puesto en tu corazón el signo del Espíritu». 

  

Antes de la Audiencia en la Plaza San Pedro, el Papa recibió a una delegación del Patriarcado ortodoxo de Moscú y de todas las Rusias, que se encuentra en Roma en estos días, guiada por el metropolitano Hilarion, “ministro del exterior” del patriarcado, para participar en una serie de encuentros con la Conferencia Episcopal de Italia. 

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