¿Qué pasa si se une el peronismo? Con esa pregunta se puede explicar el modo en que los operadores de María Eugenia Vidal negociaron el reparto de las comisiones de la Legislatura bonaerense.

Cambiemos se quedó con las comisiones más importantes y fue más "generoso" en el reparto con el peronismo no kirchnerista y el massismo que con Unidad Ciudadana. Pero resignó algunas presidencias para bancadas minoritarias de la oposición, a cambio de asegurarse la mayoría de votos en las comisiones estratégicas, para no quedar en minoría si las distintas fracciones del peronismo se unen, de cara a 2019.

La ingeniería fue más sencilla en el Senado, donde Cambiemos cuenta con 29 de las 46 bancas. En Diputados tiene 44 de las 92 bancas. Unidad Ciudadana tiene 23; el massismo, 13, y el PJ Unidad y Renovación, 7, entre otros bloques.

Vidal controlará las principales comisiones del Senado -Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto- y otras 12. Pese a contar con solo cuatro senadores, el bloque PJ Unidad y Renovación se quedará con Obras y Servicios Públicos y Hacienda. Con once senadores, Unidad Ciudadana presidirá seis.

No es una decisión casual: el PJ Unidad y Renovación reúne a legisladores que se mueven con la conducción del PJ bonaerense, los intendentes Gustavo Menéndez (Merlo) y Fernando Gray (Esteban Echeverría). Vidal apuesta a ellos para asegurar gobernabilidad.

El massismo no presidirá ninguna comisión en el Senado, pero podría encabezar ocho en Diputados y el PJ Unidad y Renovación, cuatro. Unidad Ciudadana presidirá ocho y mantendrá su silla en el Consejo de la Magistratura.