También participaron de la conferencia el ministro de Interior, Desarrollo del Negev y Gallil, Aryeh Deri; el ministro de Educación y Asuntos de la Diáspora, Naftali Bennett; el líder de la oposición, Isaac Herzog; y el presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder, entre otros.

Este año, el presidente optó por centrarse en las cuatro áreas clave de la sociedad que pueden servir como motores para el cambio: la administración pública y las oficinas del gobierno, la academia y el mercado de trabajo, la cooperación entre las autoridades locales, y el sistema educativo.

Rivlin destacó que "la sociedad israelí se encuentra en una encrucijada, y ahora es el momento de decidir hacia dónde vamos". También señaló que Jerusalem es como un microcosmos de los procesos necesarios en la sociedad israelí, y habló sobre los desafíos en la construcción de vidas compartidas en la ciudad árabe, judía y secular más grande del país.

En cuanto al tema de la educación, el Presidente dijo: "No podemos seguir perpetuando el status quo, y criar a nuestros hijos en la oscuridad de la ignorancia mutua, con desconfianza y la alienación".

Finalmente, el Presidente concluyó que "estos cambios serán una insignia de honor para una sociedad valiente y elástica, lista para mirar directamente la cuestión relativa a su carácter y futuro, para una sociedad que sirve de modelo para otros. Un Estado democrático y judío".