La negación de Trump sobre el creciente antisemitismo estadounidense

La negación de Trump sobre el creciente antisemitismo estadounidense

 En lugar de comentar sobre las recientes amenazas de bomba a los centros comunitarios judíos, Trump ignoró la cuestión y respondió hablando sobre cuántos votos recibió del Colegio Electoral.

En dos conferencias de prensa la semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, evitó responder a las preguntas de los periodistas sobre el innegable aumento de los incidentes antisemitas en Estados Unidos durante su campaña presidencial, una tendencia alarmante que sigue preocupando a la comunidad judía mundial.

El miércoles, un periodista preguntó por el aumento de los incidentes antisemitas en medio de la creciente preocupación de que la nueva administración podría de hecho fomentar la xenofobia y el racismo. Trump podrá haber aprovechado la oportunidad -al estar de pie al lado del líder del Estado judío- para condenar lo que la Liga Anti-Difamación (ADL, por sus siglas en inglés) considera el nivel más alto de antisemitismo en EEUU desde los años ‘30.

En lugar de comentar sobre la reciente ola de amenazas de bomba a los centros comunitarios judíos en todo Estados Unidos, Trump ignoró el tema y respondió sobre cuántos votos recibió del Colegio Electoral.

No realizó ningún comentario en cuanto a cómo su campaña fue percibida favorablemente por los neonazis llamados “alt-derecha”. Tampoco aprovechó la oportunidad para explicar por qué su declaración de la Casa Blanca sobre el Día Internacional del Recuerdo del Holocausto no mencionaba a los seis millones de judíos asesinados por los nazis.

Al día siguiente, Trump ordenó a un reportero haredi que se sentara, en lugar de responder a su pregunta respetuosa sobre el pico en los incidentes antisemitas. El presidente lo interrumpió y le ordenó que se sentara, aparentemente confundiendo la pregunta como un insulto personal y respondió con el muy usado lema de su campaña: "Número uno, soy la persona menos antisemita que has visto en tu vida entera. Número dos, soy la persona menos racista".

Jonathan Greenblatt, CEO de la ADL, fue uno de los muchos que quedaron consternados por la respuesta del presidente. “En los últimos años, hemos visto el crecimiento de campañas en nuestros campus universitarios, con esfuerzos que buscan deslegitimar a Israel y reducir al Estado judío a un tipo de tabú. Este virus se ha difundido y ha hecho que algunas de las universidades más grandes sean hostiles a los estudiantes judíos y a quienes los apoyan.”

En lugar de dar una respuesta reflexiva a algunas de las preocupaciones más serias, el llamado líder del mundo libre menospreció el asunto diciendo que "cosas malas" han ocurrido "durante un largo período de tiempo". Y una vez más se refirió a los miembros de su familia judíos y a la frase "algunos de mis mejores amigos son judíos" para lograr credibilidad.

"En cuanto a gente, gente judía, tantos amigos; Una hija que pasa a estar aquí ahora mismo; Un yerno; Y tres hermosos nietos. Su promesa sonó vacía: "Vas a ver mucho amor".

Es hora de que Trump entienda el daño que está causando. Su fracaso y su incapacidad para denunciar públicamente e inequívocamente el antisemitismo y decir algo tan simple como: ‘He ordenado al Departamento de Justicia que reprima los crímenes de odio, es preocupante’. La falta de claridad sobre el tema dará a los antisemitas la impresión de que el presidente los apoya realmente, y sus ataques podrían incluso escalar como resultado.

En un momento en que los centros comunitarios son amenazados regularmente, cuando las esvásticas son pintadas con aerosol en las sinagogas y el discurso de odio está circulando de una manera sin precedentes en las redes sociales, el fracaso continuo de Trump es una mancha en su presidencia.

Comentá la nota