-¿Qué fantasía te queda por cumplir?

-Ya cumplí todas. La última que recuerdo fue en el baño de un avión hace un año.

-¿Se dieron cuenta los demás pasajeros?

-Habían sospechado. La primera vez que golpearon contesté yo, la segunda respondió él. Fue algo incómodo, pero lindo.

-¿Es cierta la versión que estuviste con trece rugbiers?

-¡Ojalá! Lo máximo que estuve fue con dos hombres a mismo tiempo. Me calienta, se disfruta más.

-¿El tamaño importa?

-A mí no me importa, pero si es muy chica, no da. Una vez me pasó, pero la remé.

-¿Tenés la fantasía de probar con mujeres?

-No, por ahora no lo pienso. Aunque soy de admirar mucho la belleza femenina.

-¿Sos dominadora o sumisa?

-Me gusta mucho dominar y lo expreso.

-¿Sos multiorgásmica?

-Yo creí que sí, pero fui al médico por ese tema y me dijo que no. También le consulté porque siempre tenía ganas de tener sexo y creí que no era normal.

-¿Qué te dijo el doctor?

-Me dijo que tengo hipersensibilidad y que a veces parece que estoy acabando pero no es así. Esto le pasa a una persona de cada diez.

-Ya que te definís como una adicta sexual ¿Cómo manejas esa situación?

-Yo trato de evitar el contacto con los hombres en la calle porque enseguida me prendo fuego. No me preocupa tener ganas constantes de tener sexo y no poder hacerlo. Existe el placer de la autosatisfacción.

-¿Tu primera vez cuando fue?

-A los 19, perdí mucho tiempo, jajaja.

-¿En la cama vale todo?

-Me gustan y me excita usar juguetitos, los disfraces y las palabras chanchas.