El ministro jordano de Asuntos Exteriores, Ayman Safadi, tuiteó que había hablado con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, sobre las peligrosas consecuencias de tal medida. “Los resultados de tal decisión se verán constituidos en una gran ira en todo el mundo árabe y musulmán, una mayor tensión y la destrucción de los esfuerzos para establecer la paz”, escribió.

Mientras tanto, el canciller egipcio, Sameh Shukri, subrayó a Tillerson las ramificaciones que conllevaría tal decisión y los efectos negativos que tendría en los esfuerzos por renovar el proceso de paz.

“El estatus legal religioso e histórico de Jerusalem requieren precaución al tratar este tema delicado, que tiene que ver con la identidad nacional del pueblo palestino y el estatus de Jerusalem entre los pueblos árabes y musulmanes”, expresó Shukri y agregó que espera que el problema sea manejado “con la sabiduría necesaria” y que Estados Unidos no tomará ninguna decisión apresurada que pueda “inflamar las tensiones en la región”.

El secretario general de la Liga Arabe, Ahmed Aboul Gheit, también abordó el tema, y ​​manifestó a los periodistas a su regreso a El Cairo desde Roma que la medida no servirá para la paz y solo provocará más conflictos en la región. “Es desafortunado que algunos insistan en tratar de llevar a cabo este movimiento sin prestarle atención mínima a sus grandes peligros para la estabilidad del Medio Oriente y el mundo en general”, subrayó.

Aboul Gheit agregó en un comunicado publicado en el sitio web de la liga árabe que se están manteniendo contactos con la Autoridad Palestina y los países árabes para coordinar la posición árabe con respecto a cualquier avance en este tema.

“Hoy decimos muy claramente que tomar esa acción no está justificado … No servirá a la paz o la estabilidad, pero alimentará el extremismo y recurrirá a la violencia”, escribió.

La semana pasada, surgieron informes de que el presidente estadounidense, Donald Trump, planeaba anunciar el miércoles 6 de diciembre que Estados Unidos reconocerá a Jerusalem como la capital de Israel y está reflexionando seriamente sobre cómo cumplir su promesa de campaña electoral de trasladar la embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalem.

Se abrieron esperanzas en Israel cuando el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo luego que Trump está considerando activamente “cuándo y cómo” trasladar la embajada, en declaraciones en la Misión de Israel ante las Naciones Unidas en Queens, en un evento que celebra el 70 aniversario de la votación de las Naciones Unidas que pide el establecimiento de un Estado judío.