La Iglesia ecuatoriana lanza una colecta nacional en favor de los damnificados por el terremoto

"Hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros", advierte el presidente

Más de 272 muertos y miles de desaparecidos, sepultados entre los escombros. Este es el balance provisional del terremoto que ha arrasado varias zonas deEcuador, provocando la mayor catástrofe en el país del último siglos. Conscientes de ello, los Obispos del Ecuador formularon también un llamamiento a la colecta nacional en favor de los damnificados, especialmente de Manabí y Esmeraldas, con el fin de socorrerles en sus necesidades más urgentes.

En un comunicado, los obispos "queremos hacer llegar al pueblo ecuatoriano una palabra de confianza en el Señor, dueño de la naturaleza, para que en su infinita misericordia se compadezca de cuantos hemos sido afectados por este sismo".

"En este sentido, nuestro pensamiento va de modo especial por nuestros hermanos de las provincias de Manabi y Esmeraldas, que hasta ahora parecen ser los más afectados, e invitamos a todos a unirse a una colecta nacional en favor de los damnificados con el fin de socorrerles en sus necesidades más inmediatas", apunta el comunicado, que añade un número de cuenta corriente (Banco del Pichincha: N. 3085358804 a nombre de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, RUC 1790100219001).

El seísmo sorprendió al presidente del país, Rafael Correa, en el Vaticano, participando en una conferencia por el 25 aniversario de la encícilica de Juan Pablo II 'Centesimus Annus'. Ya de vuelta en el país, el mandatario advirtió que el número de muertos "aumentará", ya que se cree que hay muchos cadáveres entre los escombros.

"Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros", aseguró Correa en Portoviejo, provincia de Manabí, en sus primeras declaraciones que realiza en suelo ecuatoriano desde que ocurrió la tragedia. El presidente ha vuelto al país desde Europa, donde participó en un foro académico organizado por el Vaticano.

El mandatario ecuatoriano ya ha recorrido varias zonas afectadas por el terremoto como las ciudades de Manta, Portoviejo y Tarqui, donde habló y escuchó a la gente afectada.

El gobernante consideró que "la tragedia es muy grande" y dijo que "hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros", pero aseguró que el país sabrá "salir adelante".

"El espíritu ecuatoriano sabrá salir adelante, sabrá superar estos momentos extremadamente difíciles", declaró Correa.

También señaló que 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 4.005 policías están desplegados por las zonas más afectadas y los hospitales están funcionando correctamente para dar asistencia a los heridos.

Según ha explicado, los equipos y protocolos están funcionando adecuadamente bajo la coordinación de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).

El mandatario, que envió un mensaje de "infinito amor" y un "abrazo solidario" a quienes han perdido a seres queridos, expresó su gratitud a los bomberos, soldados, policías y funcionarios que se han movilizado ante la catástrofe.

También agradeció los mensajes de solidaridad de Gobiernos de la "Patria Grande" latinoamericana y dijo que, además de la llamada del presidente del Gobierno en funciones de España, Mariano Rajoy; la presidenta de Brasil, Dilma Roussef; el de Argentina, Mauricio Macri; y el colombiano Juan Manuel Santos le han expresado su respaldo ante la situación que vive su país.

"Muchas gracias a la Patria Grande, al mundo entero por la solidaridad", manifestó el gobernante, quien indicó que el terremoto del sábado fue "la mayor tragedia de los últimos 67 años", desde el terremoto de Ambato del 5 de agosto de 1949.

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, se solidarizó hoy con las víctimas del terremoto ocurrido este sábado en Ecuador. "Debemos orar junto al papa Francisco por los hermanos nuestros de Ecuador que han sufrido un terremoto, orar por los fallecidos, por las familias", dijo Brenes durante la homilía de este domingo en Managua.

El cardenal también pidió orar por las personas que se encuentran en peligro y que todavía no han sido rescatadas, para que pronto reciban socorro. Brenes, quien es el actual presidente de la Curia Episcopal de Nicaragua, también pidió por los fallecidos, "para que el señor los reciba en su gloria y a sus familiares les dé el consuelo de la resurrección".

La Iglesia católica es la más seguida en Nicaragua, según datos oficiales, con un 58,5% de la población, cuyo total es de 6 millones de personas.

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