EE.UU.: En pocos días verá la luz el imponente Museo de la Biblia

EE.UU.: En pocos días verá la luz el imponente Museo de la Biblia

Más de 40.000 piezas relativas al Antiguo y al Nuevo Testamento caben los ocho pisos del museo más grande de Washington. Recrea con detalle los escenarios de los textos sagrados, aunque la pasión de Cristo y la figura de María están casi ausentes.

El nuevo Museo de la Biblia que abrirá sus puertas en Washington en noviembre será el museo más grande de la capital estadounidense, majestuoso tanto en las dimensiones como en el contenido.

El edificio contará con ocho pisos para albergar más de 40.000 piezas y objetos auténticos relativos a la historia del Viejo y el Nuevo Testamento.

Con una superficie de 38.000 metros cuadrados, y un sitio web que ya está disponible también en español, estará situado entre el Capitolio y el gran Mall donde se levantan el Memorial y los museos más importantes de Estados Unidos.

El museo contará con una inédita megaexhibición permanente, que se anuncia rica en itinerarios, juegos, representaciones y músicas altamente tecnológicas e interactivas.

En su web ya ofrece guías de exhibición, videos y páginas gratuitas para colorear de inspiración bíblica.

Sin embargo -sugieren varios expertos en las Sagradas Escrituras- será curiosamente "pobre de Jesús", de su crucifixión y de la Virgen María.

Construido con un costo de 500 millones de dólares, el museo no "enseña" mensajes bíblicos, no intenta demostrar su verdad histórica ni difundir los mensajes en términos de conceptos modernos como la sexualidad.

Recrea en cambio, con riqueza de detalles, los ambientes de la época. Están así los pueblos de Galilea, está el Arca de Noé, acompañada incluso de los sonidos de los aluviones y del mar, está la historia de San Juan Bautista.

Hasta se puede pasear en un jardín con las plantas de los tiempos de la Biblia. Pero la historia de Jesús y su crucifixión están casi ausentes.

Querido, planificado y financiado por un grupo de familias y fundaciones evangélico-cristianas (con David y Steve Greens a la cabeza, padre e hijo de la poderosa familia evangélica estadounidense), el museo tiene un mensaje sencillo.

Se trata de captar la atención de Estados Unidos hacia la Biblia, estimular su lectura, no explicar su autenticidad. Y sin embargo, aunque la Biblia influyó en religiones y culturas diversas, desde el Islam al Judaísmo -observó el Washington Post- del comité directivo del museo solo forman parte hombres de raza blanca y de confesión evangélico-cristiana.

 

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