El Vaticano y Estados Unidos, listos para resetear su relación con la asunción de Biden

El Vaticano y Estados Unidos, listos para resetear su relación con la asunción de Biden

Tras las diferencias de Trump con Francisco se avista una nueva era del vínculo Casa Blanca-Santa Sede. En temas como inmigración, clima o pena de muerte, el demócrata está más cerca de Bergoglio, quien a su vez puede ayudarlo de cara a otros países.

A partir del consenso de que las relaciones entre Estados Unidos y el Vaticano mejorarán con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, analistas explicaron cómo puede impactar el catolicismo declarado del mandatario en el vínculo bilateral.

Massimo Faggioli, autor del libro Joe Biden y el catolicismo en los Estados Unidos, planteó que la elección de Biden "es algo que de alguna forma era esperable años atrás, ya que hasta la década de 1980 los católicos votaban en su mayoría por los demócratas".

"La identificación de los republicanos como el 'Partido de Dios', o de fuerte base católica, es algo en realidad de los últimos 20 años", agregó Faggioli.

"Biden no sólo es el segundo católico elegido después de Kennedy (1961-1963), sino también el cuarto en presentarse a las elecciones (Al Smith en 1928 y John Kerry en 2004), para ocupar el cargo político, pero también moral y religioso, que es la presidencia americana en un momento de transición delicado tanto para la nación como para la Iglesia", sostuvo el teólogo de la Universidad de Villanova.

El especialista en historia del catolicismo en Estados Unidos Manuel Carreras enmarcó el vínculo en una relación entre la Iglesia y los presidentes de ese país "que a lo largo de la historia puede ser descrita como limitada o de escasa vinculación".

Según el analista, "Biden es totalmente consciente que manejar una relación demasiado estrecha con la Iglesia puede traerle aparejado inconvenientes dentro de su partido y en la opinión pública".

"El otro único presidente católico que tuvo el país, John Kennedy, fue muy prudente y en la campaña presidencial que lo llevó a Washington centró sus esfuerzos en los estados menos protestantes, a pesar de que logró triunfar en estados de larga tradición protestante (llamado cinturón bíblico) como Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Luisiana, Texas, Arkansas y Misuri", recordó Carreras.

En esa línea, Faggioli resaltó que, de todos modos, la elección de Biden tiene "cosas nuevas, como que fue un católico que no tuvo que esconder su catolicismo durante la campaña, algo que en parte le había sucedido a Kennedy".

En el Vaticano, fuentes cercanas al Papa recordaron la "buena sintonía" de Jorge Bergoglio con Biden, "reforzada" tras la llamada que el presidente electo de Estados Unidos hizo al pontífice el 12 de noviembre, tras la victoria electoral del estadounidense.

"Biden y Francisco recordaron el encuentro cálido que tuvieron en 2015, cuando el entonces vicepresidente de Obama lo despidió en el aeropuerto el último día de la visita de Francisco a Estados Unidos, y se puede decir que hay un buen entendimiento personal que puede ayudar en lo político", agregaron las fuentes.

La relación entre el Vaticano y Estados Unidos estuvo marcada por fuertes tensiones durante el Gobierno de Donald Trump en temas como el vínculo con China, inmigración y medioambiente pero se espera que a partir de la semana próxima mejore significativamente con la asunción de Biden.

"Hay muchos temas en común entre Joe Biden y el Papa Francisco, sin lugar a dudas la relación mejorará", afirmó la italiana Gaja Pellegrini-Bettoli, autora del libro “Shake-Up America. Entender las elecciones 2020 como un estadounidense”.

La llegada de Biden se dará tras cuatro años de sucesivas tensiones entre Roma y Washington, como la salida de Estados Unidos del Acuerdo Climático de París, fuertemente defendido por el Papa o la política inmigratoria restrictiva de Trump, en las antípodas de la apertura reclamada por el pontífice a nivel internacional.

"En la comunicación que tuvieron en noviembre, el equipo de Biden ya resaltó los puntos en común entre los dos líderes, especialmente en lo que hace a cambio climático, inmigración y multilateralismo", recordó Pellegrini-Bettoli.

Faggioli  también destacó "la consonancia que hay entre el presidente electo y el Vaticano en temas como ambiente, inmigración y una mayor apuesta por el multilateralismo, con un mayor respeto a la ONU que su predecesor".

"Las relaciones serán buenas porque tanto el Papa como Biden son dos líderes en un momento de dificultades políticas y culturales en las dos comunidades que representan", recalcó Faggioli.

Para Pelegrini-Bettoli, "el Vaticano de hoy, que tiene relaciones con 183 países, puede ser visto por Biden como un puente para que Washington mejore sus relaciones con Estados con los que tiene un mal vínculo".

En ese marco, la China de Xi Jinping aparece como la principal incógnita, en un marco de crecientes acercamientos de Roma a Beijing que enfurecieron al Gobierno de Trump, provocando la mayor tensión bilateral del pontificado de Francisco.

"Si bien hay que seguir de cerca cómo tomará China la figura de un Biden que aparece como portador de derechos civiles y democracia, parece claro que por lo menos no se verán las amenazas y las presiones que hizo (el secretario de Estado de Trump, Mike) Pompeo para que el Vaticano desistiera del vínculo con Beijing", sostuvo Pellegrini-Bettoli.

Para Faggioli, en relación con el gigante asiático, "habrá un pragmatismo de ambos lados, entendiendo que China es vista como una amenaza por Washington, pero estimo que Estados Unidos no pretenderá que el Vaticano siga la política estadounidense para el país y viceversa".

Mientras tanto, la sintonía positiva con Biden contrasta con el clima de "preocupación" que se vive en la Santa Sede por el "daño" que pueda provocar Trump en sus últimas horas en el poder.

En ese marco, en el entorno del Papa lamentan en especial cómo la Corte Suprema diseñada por Trump avaló esta semana la aplicación de la pena de muerte a una mujer tras anular en tiempo récord una sentencia de una Cámara de Apelaciones que suspendía la ejecución.

Otro punto a seguir, plantean, es la relación de Biden con una Iglesia de Estados Unidos que aparece dividida entre grupos conservadores y otros más alineados con el Papa.

Según Faggioli, es de esperar que la "línea directa" con Biden la encabece el arzobispo de Washington, Winston Gregory, un afroamericano alineado con Francisco, designado por el pontífice el 4 de abril de 2019, en el aniversario del asesinato de Martin Luther King, un gesto cargado de simbolismo.

Del otro lado, el arzobispo de Los Ángeles, José Horacio Gómez, a la cabeza de la Conferencia Episcopal, "puede encabezar el sector de la línea dura" contra Biden, tras haber sido una de las caras visibles del grupo que en noviembre quiso mandar señales "hostiles" al presidente electo.

El teólogo de la Universidad de Villanova enfatizó de todos modos que hay un análisis "para el corto plazo, en el que se verán las consonancias en estos temas y la apuesta por cierta estabilidad en la vida diplomática que no había con Trump".

Pero, agregó Faggioli, "quienquiera que sean el Papa y el presidente de los Estados Unidos, siempre ha habido importantes diferencias entre el Vaticano y Estados Unidos a nivel de política internacional, que también ahora surgirán con el tiempo".

Pellegrini-Bettoli, en tanto, puso el foco de atención en temas como la pena de muerte sobre los que Biden aparece con un margen de acción reducido.

"En Estados Unidos hay 28 estados que permiten la pena de muerte, además de las ejecuciones a nivel federal y las permitidas dentro de las cortes militares", detalló la analista.

"Biden está contra la pena de muerte pero tendrá que hacer un balance porque hacia dentro, en un país como Estados Unidos, podría aparecer como débil en este tema. Veo muy difícil que pueda derogarla a nivel federal", analizó.

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