El Presidente solo frenará su actividad el domingo por el debate. El candidato del Frente de Todos todavía no definió lugar de cierre.
Con Mauricio Macri de gira; Alberto Fernández bajó, un poco más, el perfil. A diez días de la elección que definirá el próximo presidente, los dos ensayan dinámicas antagónicas: uno hiperactivo; el otro a velocidad crucero.
Fernández enfrió su campaña. Como contó Clarín, la semana pasada bajó la intensidad y frecuencia de sus actos. Casi en paralelo, Mauricio Macri magnificó sus apariciones con su #SiSePuede tour, el proselitismo y el menú de promesas.
El Presidente tiene un cronograma predefinido e hiper cargado: este miércoles está en Rio Cuarto y Carlos Paz, el jueves en Reconquista (Santa Fe), el viernes Corrientes y el sábado en el Obelisco, con la "marcha del millón".
El lunes, en Jujuy, inicia la ronda de cierres escalonados: el martes en Rosario, miércoles en Mar del Plata y el jueves en Córdoba capital. Este martes estuvo en Pergamino junto a María Eugenia Vidal.
Contracara de esa intensidad, Fernández casi se tomó un recreo. Nada, claro, escapa de la política porque su mundo es político. Tuvo otro perfil: almorzó en su casa con Natalia De la Sota, diputada cordobesa e hija del ex fallecido gobernador José Manuel.
Luego, cenó con los que suele definir como sus "amigos de siempre". Eduardo Valdés, Alberto Iribarne, Jorge Argüello, Julio Vitobello, Guillermo Oliveri, Carlos "Negro" Montero, Miguel Pesce y Claudio Ferreño. Han sido embajadores, ministros, legisladores.
Son, todos, gente de la política que lo escolta en la campaña y lo orbita. Ferreño es uno de los que está más cerca en el día a día. Argüello, ex embajador en Washington, reapareció en estas semanas en su equipo de trabajo.
Con Natalia de La Sota analizó de la situación de la provincia que gobierna Juan Schiaretti y repaso del dispositivo electoral para el 27-O,. Fernández le agradeció el video que De la Sota publicó hace unos días con un respaldo explícito a su candidatura y habló de "una nueva Argentina que se viene de la mano de Alberto Fernández".
De la Sota es profesora de música, canta y toca piano y guitarra. Este martes, el encuentro en la casa del candidato del Frente de Todos, se estiró en un fogón -sin fogón- con Fernández tocando la guitarra y la cordobesa cantando.
De la Sota aparece en la galaxia Fernández y amplía la presencia femenina que se concentra, hasta acá, en la economista Cecilia Todesca y la santafesina María Eugenia Bielsa, que se proyectan como funcionarias de Alberto F.
La dirigente, que encabezó la lista de legisladores provinciales de la boleta con la que fue reelecto Schiaretti, fue una pieza clave en el desembarco del albertismo en Córdoba que comandó el senador Carlos Caserio.
Fernández no resolvió, todavía, cuál será su hoja de ruta hasta el cierre de campaña. Este jueves estará con Cristina Kirchner y más de diez gobernadores en Santa Rosa para recordar el Día de la Lealtad peronista.
Compartirá escenario y micrófono con Cristina y el gobernador Carlos Verna, armador del acto pampeano. Al regreso, el candidato se dedicará a preparar el debate del domingo, segundo round luego del cruce el 13 de octubre en Santa Fe.
Fernández analiza un menú de opciones: una es un acto callejero en Mar del Plata junto a Cristina y Axel Kicillof, en un último envión a Fernanda Raverta que disputa la intendencia con el macrista Guillermo Montenegro.
Podría, así y todo, combinarse con otro acto en el interior del país. Como contó Clarín, se puso en escena la chance de un acto en la 9 de Julio o en un estadio del área metropolitana.
En el equipo de Fernández hay una duda básica: si tiene sentido hacer un despliegue enorme para un acto masivo cuando su impacto es anímico y para la tropa propia.
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