Las tensiones entre los dos grupos que abordan el conflicto de Cristina con la Justicia

Las tensiones entre los dos grupos que abordan el conflicto de Cristina con la Justicia

Un sector pide ir a fondo contra Comodoro Py pero choca contra otro que pide trabajar en acuerdos para hacer cambios en la Justicia.

 

En el cristinismo se enfrentan dos sectores que pujan por imponer su visión en la manera de abordar el conflicto con el Poder Judicial, tras un año en el que la vicepresidenta no quedó conforme tras la fallida reforma y el avance de algunas de sus causas.

 

Por un lado está La Cámpora, con el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, a la cabeza. Wado tiene un pie en el Ministerio de Justicia por medio del viceministro Juan Martín Mena y otro en el Consejo de la Magistratura a través de su hermano Gerónimo Ustarroz, representante del Poder Ejecutivo en el organismo que selecciona y remueve jueces.

 

Este sector viene trabajado acuerdos en el Consejo de la Magistratura y propone un mecanismo de consensos para conseguir cambios en la Justicia. Así este sector se anotó un triunfo a mitad de diciembre, cuando consiguió los votos mediante un acuerdo con representantes de los jueves en la Magistratura, para que el abogado de Cristina, Roberto Boico, fuera designado para cubrir una vacante en la Cámara Federal. Incluso nadie votó en contra de esa designación, lo que generó cortocircuitos en la cúpula de Cambiemos.

El sector que lidera Wado de Pedro se anotó un triunfo estratégico importante al cerrar un acuerdo con los representantes de los jueces en el Consejo de la Magistratura, pero pasado un año de Gobierno no pudo coronar un recambio importante en la estratégica Cámara Federal.

 

Esta Cámara es clave para Cristina, puesto que allí no sólo radican algunas de sus causas sino que la habitan algunos de sus enemigos. Uno de ellos es Martín Irurzun, el autor de la "doctrina" de prisiones preventivas en casos de corrupción, por la que parte del gabinete de la ex presidenta estuvo en la cárcel durante el macrismo. También están los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, que se reincorporaron hasta que los reemplace un concurso, por un fallo de la Corte Suprema.

 

La Cámpora tenía la misión de cambiar la composición de la Cámara de manera sensible y se mencionaba un interés por colocar cuatros nuevos jueces. Pero Irurzun sigue allí intacto, además de Bruglia y Bertuzzi que seguirán hasta que se abran los nuevos concursos, de los que podrán participar. Hasta el momento el único cambio resonante fue el regreso del juez Eduardo Farah, que había sido removido por el macrismo. Pero ese movimiento fue obra del histórico operador peronista Javier Fernández, que recompuso su relación con Cristina.

El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro.

 

El otro sector cristinista que opera en la Justicia protesta por la falta de una línea más dura tanto en la Cámara como en Comodoro Py. Este grupo lo encabeza el diputado Leopoldo Moreau, acompañado por el también diputado Eduardo Valdés. La crítica principal que hace este sector a La Cámpora es que pasó un año y las causas contra Cristina no sólo se frenaron sino que avanzan, además de que los jueces de Comodoro Py a los que la vicepresidenta acusa de "lawfare" siguen intactos en sus puestos.

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Como una muestra de que Cristina deja jugar a ambos sectores, pero exige más resultados, en el último día hábil del año le brindó el espacio y su propia asistencia a Moreau para que hiciera la presentación del informe sobre escuchas durante el macrismo en la bicameral de Inteligencia.

Una muestra de que Cristina deja jugar a ambos grupos, pero exige resultados la dio en el último día hábil del año, cuando habilitó y convalidó con su presencia el protagonismo de Moreau para que detalle ante las cámaras su informe sobre las escuchas durante el macrismo.

 

En el informe el principal apuntado es el ex presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, puesto que según la auditoría se excedió ampliamente en sus atribuciones y facilitó la filtración de las escuchas pedidas por los jueces. Irurzun es otro de los señalados: lo acusan de utilizar las escuchas que él mismo realizaba para causas en las que actuaba como camarista. Pero también el informe cae sobre jueces federales como María Servini de Cubría y Ariel Lijo, quienes ordenaron escuchas a Oscar Parrilli, filtradas a los medios.

 

El sector de Moreau y Valdés pide con estos antecedentes ir a fondo contra Comodoro Py y también contra el macrismo, en una ofensiva a fondo que no parecen compartir en La Cámpora. El diputado Rodolfo Tailhade, en tanto, pivotea entre ambos sectores.

El diputado nacional Eduardo Valdés.

 

La muestra cabal de las diferencias de agresividad entre ambos bandos se dio con el caso de espionaje ilegal de Macri que está radicada en Lomas de Zamora.

 

El juez original de la causa, Federico Villena, avanzó rápidamente y Cristina lo legitimó: fue a Lomas a declarar dos veces y pidió ser querellante. Villena revolucionó a la política tras ordenar la detención de la ex secretaria de Macri, Susana Martinengo, y el allanamiento de Darío Nieto, secretario privado y hombre de estrecha confianza del ex presidente.

 

Para La Cámpora todo eso fue desmedido y pudo haber provocado la nulidad de la causa, por la que motorizó el reemplazo de Villena por el juez federal de Lomas de Zamora, Juan Pablo Auge. Desde entonces el caso desapareció de las primeras planas y el fuego se alejó tanto del nido de Macri que ahora Nieto es uno de los posibles candidatos del PRO en la Ciudad para las elecciones de este año.

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