Con la suspensión del IFE se perderían $2.800 millones que reciben 280.000 santiagueños

Con la suspensión del IFE se perderían $2.800 millones que reciben 280.000 santiagueños

Lo percibe casi el 29% de la población de la provincia, por lo que impactará considerablemente en el circuito económico local.

Unos 280.000 santiagueños perderían el bono de $10.000 por el Ingreso Familiar de Emergencia, si el gobierno nacional confirmara el no pago del cuarto desembolso.

Santiago del Estero es una de las tres provincias más beneficiadas con el cobro del IFE, junto al Chaco y Formosa.

Lo reciben un total de 279.710 personas y representan el 28,6% de la población; en el Chaco ese porcentaje es del 28,9% y en Formosa del 27,1%.

El total del dinero que ingresa al circuito económico de la provincia alcanza a los $2.797.100.000 por cada pago.

En septiembre finalizó el tercer pago. Así la provincia fue beneficiada con un total de $8.391.300.000 que ha circulado en la economía local y si se decidiera el cuatro pago el monto alcanzaría los $11.188.400.000.

Los beneficiados en la provincia son 186.803 trabajadores informales, 75.298 por AUH, 10.718 por monotributo, 5.010 del Progresar y 1.880 son de servicio doméstico.

El IFE consiste en una prestación monetaria no contributiva de carácter excepcional, destinada a compensar la pérdida o grave disminución de ingresos de personas afectadas por la situación de emergencia sanitaria.

Tiene el fin de atenuar el incremento de la pobreza y la indigencia que traerá consigo la disminución de la actividad económica, esta medida se dirige a los hogares de aquellos sectores de la población con mayor grado de vulnerabilidad en términos socioeconómicos.

El monto del IFE asciende $10. 000 (59,3% del sueldo mínimo) y puede cobrarlo solo un integrante del grupo familiar que se encuentre bajo condiciones de exclusión o precariedad laboral y en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.

Corresponde a personas que se encuentren desocupadas o se desempeñen en la economía informal; trabajadores y trabajadoras de casas particulares; monotributistas categoría A y B; y monotributistas sociales.

Comentá la nota