Siete días con el Papa Francisco

Siete días con el Papa Francisco

La semana litúrgica inicia el domingo, la laboral convencionalmente el lunes, pero para el Papa es diverso. Para Francisco la semana, de alguna manera comienza el viernes, el día de la compasión hacia los "invisibles", el día de la misericordia, cuando sale fuera de los muros vaticanos, con destino a la periferia. Nuestro recorrido sigue desde el viernes, el ritmo diverso de una agenda donde los compromisos son organizados en base al criterio de la caridad.

 

"Querida Amazonia" es el nombre de la exhortación apostólica que publicó el Papa Francisco el miércoles 12 de febrero. Con este documento concluye formalmente el Sínodo para la evangelización de los pueblos amazónicos. Una tierra de todos, confiada a María y protagonista de un sueño social, cultural, ecológico y eclesial del Santo Padre.

Francisco invita a desarrollar una Iglesia con rostro amazónico respetando a los pueblos originarios y promoviendo un desarrollo humano integral.

Otra preocupación del Pontífice es la educación. Por eso está impulsando un nuevo pacto mundial sobre esta materia, para que nadie en el mundo quede sin acceso a una educación inclusiva. Así se lo manifestó a un grupo de expertos que trabajan en la promoción de esta iniciativa a quienes recibió en el Vaticano el pasado 7 de febrero.

"Educar no es sólo transmitir conceptos, esto sería un legado de la Ilustración que hay que superar, sino que es una tarea que exige que todos los responsables de la misma (familia, escuela e instituciones sociales, culturales, religiosas...) participen en ella de forma solidaria", dijo el Santo Padre asegurando que en este sentido, "en algunos países se dice que el pacto educativo se ha roto porque falta esta participación social en la educación. Para educar debemos tratar de integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos".

Por otra parte, en el Día Mundial contra la Trata de personas, el sábado 8 de febrero, el Santo Padre se reunió con religiosas de la red Talitha Kum. Con ellas inauguró el proyecto "Super Nuns" o “Super Monjas”, que recauda fondos para rescatar a las víctimas del tráfico humano.

Asimismo, en el Ángelus del domingo 9 de febrero, el Papa recordó que los cristianos "son la sal de la tierra y la luz que dispersa las tinieblas". También lanzó un llamamiento por Siria, país de Medio Oriente asolado por la guerra hace nueve años.

"Siguen llegando noticias dolorosas desde el noroeste de Siria, en particular sobre la difícil situación de tantas mujeres y niños, de personas que se ven obligadas a huir debido al avance militar", afirmó Francisco renovando su sincero llamamiento a la comunidad internacional y a todos los implicados "para que utilicen los medios diplomáticos, el diálogo y las negociaciones, de conformidad con el derecho internacional humanitario, para salvaguardar la vida y la suerte de los civiles".

El martes 11 de febrero, Día Mundial de los Enfermos, Francisco publicó un tweet manifestando su cercanía en la oración con quienes padecen alguna enfermedad, dolencia o sufrimiento físico.

“Encomiendo a la Virgen María, Salud de los enfermos, a todas las personas que llevan el peso de la enfermedad, así como a sus familiares y al personal sanitario. Aseguro a todos, con afecto, mi cercanía en la oración", fue el mensaje del Pontífice.

En la Audiencia General del miércoles el Papa continuó sus catequesis sobre las bienaventuranzas, concretamente sobre las palabras "Felices los que lloran porque serán consolados".

En este contexto, el Santo Padre explicó un doble sentido de este llanto: "cuando sufrimos por una pérdida o por el dolor de otros, pero también cuando lloramos por las consecuencias de nuestros propios pecados".

"Pidamos al Señor que nos conceda el don de las lágrimas por nuestra falta de amor a Dios y al prójimo, y que por su compasión y misericordia nos permita amar a nuestros hermanos y dejar que entren en nuestro corazón amar. Que Dios los bendiga", concluyó el Papa anunciando por sorpresa dos visitas: el 24 de mayo a la localidad italiana de Acerra, y el 31 de mayo, a Malta.

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