Un santiagueño consiguió que el Papa le bendijera un crucifijo

Un santiagueño consiguió que el Papa le bendijera un crucifijo
Maximiliano Enríquez es un joven santiagueño que, desde hace seis años, vive en Córdoba, donde estudia Kinesiología. Desde el 15 de julio pasado se encuentra en Río de Janeiro como voluntario en la Jornada Mundial de la Juventud, a la que llegó acompañando a un grupo de misioneros de Córdoba.

Ayer, a las 8.30, vivió un momento que lo llenó de emoción. Logró que Su Santidad Francisco, cuando se dirigía hacia la Catedral San Sebastián de Río de Janeiro, le bendijera un crucifijo.

En diálogo con EL LIBERAL, precisó: “Es increíble lo que me sucedió. Logré que el Santo Padre bendijera mi crucifijo. Estoy emocionado y orgulloso de este gran Papa que tenemos. Estoy orgulloso no sólo porque es argentino sino también por ese fervor que tiene y ese mensaje tan claro con el cual nos invita, permanentemente, a salir y ser misioneros”, resaltó.

Seguidamente, Anríquez enfatizó: “Nos incentiva a seguir trabajando en lo que es la fe, en creer en Dios. Lo acabamos de ver (a las 8.45 de ayer) pasar al Papa. Ha sido increíble tenerlo tan cerca, filmarlo, fotografiarlo y que nos bendiga un crucifijo. Son cosas que a uno lo llenan, lo inspiran y le dan ganas de seguir”.

Maximiliano, quien pertenece a la parroquia de los Capuchinos en Córdoba, especificó que rescata de la JMJ Río 2013 el pedido del Papa a los jóvenes: “Que seamos misioneros y llevemos la buena nueva a todos por igual. La idea es ser misionero y poder llevar al otro lo que significa vivir en Cristo vivo”.

Antes de despedirse, Maximiliano, quien tuvo un paso por el Club Ciclista Olímpico como jugador de básquet, envió saludos a sus padres como también a sus amigos Juan, Diego y Cristian.

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