La fiesta central será el domingo 8 de marzo en la capilla de Mama Antula de Villa Silípica.  Imprimir       Enviar por mail  | Comparte:      La Iglesia santiagueña se prepara para celebrar el 7 de marzo, “día en que nació para el cielo” la beata Mama Antula. El obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM, envió un mensaje a los sacerdotes, religiosos, religiosas, consagrados, laicos, hombres y mujeres, para invitar a celebrar la vida de la beata María Antonia de San José en todas las comunidades de la diócesis.

Desde el jueves 5 de marzo, comenzará a rezarse el triduo en la misa de las 19 en la capilla de Mama Antula de Villa Silípica. El sábado 7 habrá una vigilia de oración desde las 20. La celebración central será el domingo 8, iniciando a las 9 con los bautismos. A las 10 será la procesión desde la capilla de la Virgen de Monserrat y posteriormente se celebrará la misa a las 11, presidida por monseñor Bokalic.

El obispo animó a organizar celebraciones y encuentros comunitarios en las parroquias, capillas, instituciones educativas, comunidades de base, grupos apostólicos o de oración, movimientos y asociaciones de la Iglesia: “Que la admiración por la beata Mama Antula llegue a ser imitación de sus virtudes y de su apostolado y sobre todo compromiso para la buena conciencia y la coherencia evangélica”.

El prelado de Santiago del Estero se refirió a Mama Antula: “El carisma de nuestra beata fue el de arrancar el mal del corazón del hombre y de plantar la semilla del bien. Ella podía repetir con el apóstol Pablo: “Hemos tenido la valentía de nuestro Dios de anunciaros el Evangelio de Dios en medio de muchas luchas’”.

La beata “aparece como la mujer fuerte que, bajo el estandarte de San Ignacio, ha asegurado para Cristo gran parte de América del Sur: ‘Hay aún mujeres en este mundo que, para confusión de los hombres destructores, protegen y conservan la espiritualidad de San Ignacio y de su Compañía’. Una espiritualidad de cara al mundo, donde Dios habla y al mismo tiempo nos llama a responderle. Una espiritualidad para buscar, hallar y hacer la voluntad de Dios en sus creaturas”.

Monseñor Bokalic mencionó a Mama Antula como la mujer que “desea llenar de amor de Dios los corazones, para transformar el mundo según el Evangelio. La herencia preciosa de esta laica es por la Iglesia, para que, siguiendo el ejemplo de Madre Antonia, pueda hacer reflorecer la alegría de ser discípulos de Cristo, en una sociedad tan necesitada del Evangelio y de santidad.”

De este modo, animó a los laicos a seguir el ejemplo de la beata: “La Iglesia espera mucho de los laicos, invitados a utilizar sus talentos para renovar la faz de la tierra”.