El Papa Francisco recordó a Santa Mónica y a San Agustín, en su audiencia general, en vísperas de la memoria de estos santos, evocando su ejemplo e invocando su intercesión, en particular, para que acompañen a los papás y mamás, en la educación de sus hijos.
Así como a los enfermos y a los jóvenes, para tender hacia Cristo:
«Mañana celebraremos la memoria de Santa Mónica, madre de San Agustín. A la intercesión de estos Santos le encomendamos a los recién casados y a los padres cristianos, para que, como Mónica, acompañen con el ejemplo y con la oración el camino de sus hijos. Les encomendamos también a los enfermos más necesitados de confortación y de atenciones constantes, así como a la juventud, para que, como Agustín, tienda siempre hacia la plenitud de la Verdad y del Amor, que es Cristo: Él solo puede saciar las necesidades profundas del corazón humano».
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