La Rioja tiene un nuevo sacerdote: Roque Arturo Carabajal

La Rioja tiene un nuevo sacerdote: Roque Arturo Carabajal

La feligresía riojana se acercó a la iglesia catedral de San Nicolás para acompañar la ordenación sacerdotal de Roque Arturo Carabajal, ordenado presbítero por el obispo diocesano, monseñor Marcelo Colombo, en una misa que se celebró el viernes 6 de marzo. Monseñor Colombo alentó al joven sacerdote a no “quedarse a la espera” de los que vienen o los que están siempre, sino ir a buscar a “las nuevas periferias de este tiempo”.

La feligresía riojana se acercó a la iglesia catedral de San Nicolás para acompañar la ordenación sacerdotal de Roque Arturo Carabajal, ordenado presbítero por el obispo diocesano, monseñor Marcelo Colombo, en una misa que se celebró el viernes 6 de marzo. 

Antes de imponerle las manos y rezar la oración consagratoria, el obispo riojano exhortó al joven sacerdote a ser “artífice de la comunión imprescindible que haga creíble la fe que nos anima”, fomentar el diálogo frecuente y la amistad fraterna con los otros sacerdotes. 

Comentando un pasaje del Evangelio que muestra el recorrido de Jesús por las ciudades y pueblos para consolar a pobres, enfermos y afligidos, monseñor Colombo expresó: Toda la vida de Jesús, su forma de tratar a los pobres, sus gestos, su coherencia, su generosidad cotidiana y sencilla, y finalmente su entrega total, todo es precioso y le habla a la propia vida. Cada vez que uno vuelve a descubrirlo, se convence de que eso mismo es lo que los demás necesitan, aunque no lo reconozcan”. 

El obispo también alentó al joven sacerdote a no “quedarse a la espera” de los que vienen o los que están siempre, sino ir a buscar a “las nuevas periferias de este tiempo” a “los que no llegan porque nadie los invita, los que habitan los nuevos barrios y asentamientos que surgen aquí y allá y los necesitados de una palabra que les dé esperanza y aliento”. 

“Además de la animación de la evangelización y la celebración de los sacramentos, no dejes de prestar atención a aquellas realidades que hoy nos piden presencia y dedicación efectiva como expresión concreta de la compasión del Señor con algunas cruces de nuestro tiempo: jóvenes sin horizonte, víctimas en muchos casos de adicciones y violencia de género; hogares en dificultad, sin vivienda, heridos en sus vínculos o sin trabajo estable en sus miembros”, le pidió el prelado. 

“Querido Arturo, como obispo y padre, te recibo con afecto y entusiasmo. Habíamos esperado mucho tiempo este momento, tan importante para vos y para nuestra Iglesia particular de La Rioja. Agradezco al seminario Nuestra Señora de Guadalupe, de San Juan, por ese gran servicio de formar a nuestros seminaristas”, concluyó el obispo.

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