Los restos óseos de la futura beata paraguaya, Chiquitunga, partieron ayer -desde el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi- rumbo a Italia. El padre Romano Gambalunga, Postulador General de las Causas de los Santos Carmelitas ante la Santa Sede, fue el encargado de llevar la urna como parte del proceso de beatificación, prevista para el 23 de junio, en el estadio del Club Cerro Porteño.

El traslado de los restos de María Felicia de Jesús Sacramentado se debe a un tratamiento de conservación y se tiene previsto el regreso a Paraguay para la celebración eucarística solemne, informó el Equipo Coordinador de la Beatificación de Chiquitunga.

La beatificación tendrá un momento especial dentro de la ceremonia religiosa, a cargo del arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela y el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Durante el oficio religioso se leerá una breve reseña de la vida de Chiquitunga, posteriormente el arzobispo pedirá su beatificación y en respuesta el cardenal dirá que sí. Finalmente, se procederá a leer la carta apostólica firmada por el papa Francisco, en la que declara beata a María Felicia de Jesús Sacramentado.

RELIQUIAS

Todo lo que alguna vez perteneció o estuvo en contacto con María Felicia de Jesús Sacramentado será declarado como reliquia para culto público después de la beatificación. Tanto los libros, ropas, calzados y demás objetos serán propuestos por la Iglesia Católica local como objeto de oración, especialmente a la hora de pedir la mediación de Chiquitunga para obtener, favores, gracias y milagros.

La determinación del grado de las reliquias estuvo a cargo del mismo padre Romano Gambalunga, que también impulsó la beatificación ante la Santa Sede, presentando los documentos y aclarando las dudas que pudieran existir con respecto a la causa.