La mezquita de Tórtoles de Tarazona (Zaragoza), que fue descubierta hace treinta años en un pajar, ha recuperado su esplendor tras las obras de restauración efectuadas en este monumento, que presenta la mejor decoración pictórica de las escasas que se conservan en España.
La mezquita fue construida a mediados del siglo XV y declarada Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés por la importancia que posee al ser una de las obras más tardías de la cultura musulmana en la Península, según ha explicado a EFE el arquitecto que ha restaurado el artesonado del monumento, Javier Ibargüen.
Y aunque presenta unos materiales modestos y unexterior sencillo, según ha explicado el arquitecto, posee un gran valor gracias a su techumbre.
Su descubrimiento en sí, hace poco más de 30 años, fue todo un hallazgo y se produjo gracias al fotógrafo Rafael Lapuente, junto a otros integrantes del Centro de Estudios Turiasonenses, que encontraron elementos arquitectónicos en lo que se creía que era un pajar.
Lo que encontraron fue el "mihrab" de la mezquita, un arco orientado al sureste que representa la puerta de entrada a la Meca y sirve como punto de referencia al que se dirigen los que oran.
La mezquita es un edificio atípico para la época a la que corresponde y sobre esto existen muchas incógnitas, algunas de ellas respondidas durante su proceso de restauración.
La restauración fue llevada a cabo en dos fases, una primera centrada en el exterior que consistió en el revestimiento del zócalo de la fachada de ladrillo, eliminación de humedades y construcción de una escalera exterior y puerta de acceso al edificio.
Y una segunda fase, en la que se realizó la restauración y colocación del artesonado, la creación de una zona expositiva, así como diversas actuaciones en la techumbre, en el "mihrab" y en el retablo pintado al fresco.
La intervención en el "mihrab", que tiene la singularidad de ser el único entre los aragoneses que conserva el total de su planta, ha sido una de las más importantes.
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