Reclaman la ejecución de obras para mejorar el servicio de agua potable

Reclaman la ejecución de obras para mejorar el servicio de agua potable

Aseguran que realizaron los reclamos en numerosas oportunidades a la empresa, pero no tienen respuestas al problema, que lleva meses.

Vecinos del barrio Libertador II (1000 viviendas), exteriorizaron su malestar por el deficiente servicio de distribución de agua potable con el que cuentan a raíz de falta de obras de infraestructura en la zona. 

Considerablemente molestos, indicaron a El Ancasti que desde hace varios meses muchas viviendas no cuentan con el vital elemento, pese a los incesantes reclamos que efectuaron tanto en la empresa Aguas de Catamarca como en el ENRe, y hasta en Defensa al Consumidor. 

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Aseguran las conexiones domiciliarias datan de muchos años y es obsoleta, y que en muchos casos los conductos pasan por debajo de algunas viviendas para llegar a otras, por lo que se torna difícil detectar el problema.

Luis, vive en la peatonal 19 casa 27, y comentó que desde hace dos meses se viene quejando en la empresa distribuidora solicitando que realicen conexiones particulares a cada vivienda para evitar inconvenientes, sin lograr respuesta alguna hasta el momento.

 “Somos muchos los vecinos que estamos en esta situación, estamos cansados, llevamos varios días sin agua, y desde la empresa prometen en ir a reparar el problema y llevar agua en camiones, pero nada de eso hicieron. En mi caso particular, el agua potable que llega a mi casa por cañería pasa por debajo del piso de las viviendas de los vecinos, de hecho, la llave de paso está en una de las habitaciones de la casa del vecino y no se cual es la razón por la que no llega a mi casa”, explicó molesto al tiempo que pidió que realicen obras para garantizar un mejor servicio.

 “En este sector no hay medidores, por lo tanto no se abona y lo que queremos es que se hagan las conexiones como corresponde a cada casa afectada de modo que se normalice también nuestra situación como clientes porque no hay ningún tipo de control”, esgrimió.

Los vecinos exigieron la presencia además de las autoridades de Aguas Catamarca, de representantes de la municipalidad, para que oficien de intermediarios y se solucione este problema que viene de vieja data sin que ningún organismo lleve la solución al problema que se agrava aún más por las altas temperaturas que se registran en esta época.

40 años

 El barrio conocido como las 1000 viviendas, fue construido hace apropiadamente 40 años, y las conexiones domiciliarias datan de entonces, y tanto para el servicio de energía eléctrica como para el de agua potable fueron construidos en cajas comunitarias ubicadas en peatonales, y desde allí se distribuye a un grupo de viviendas. 

Luego de tantos reclamos -según comentaron los  vecinos- la empresa de energía normalizó el servicio realizando las conexiones domiciliarias, pero aún aguardan una respuesta para tener un servicio de agua como corresponde. 

El problema del agua, la luz no son los únicos con los que deben lidiar los vecinos, ya que en reiteradas oportunidades hicieron oír el reclamo por la invasión de espacios públicos para realizar ampliaciones que dejó en evidencia un grave problema que ya se ha extendido en distintos sectores de la ciudad y tiende a agravarse. Las construcciones que se levantan sin asesoramiento y que no cumplen con las normas mínimas de edificación se traducen en la invasión de los espacios públicos y el consecuente estrechamiento de calles y avenidas en tiempo record. 

El problema del cierre de las peatonales y pasajes en las Mil Viviendas no se reduce a éste sector, un corto recorrido por algunos permite observar como particulares ampliaron sus viviendas ocupando los espacios públicos del barrio o construyendo canteros para evitar el paso. Lo cierto es que a lo angosto de los pasajes, la instalación de postes de telefonía, alumbrado público, televisión, ingresos para vehículos particulares agravan aún más la situación. 

El barrio se comenzó a construir en 1978 en terrenos cedidos por el municipio de la Capital, y muchos de los vecinos viven hace más de 35 años.

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