Por sus funciones, al igual que el personal catalogado como esencial, funcionarios de gobierno no pueden aplicar el aislamiento total. Axel Kicillof gobierna la provincia con mayor densidad poblacional del país, donde los casos de coronavirus empiezan a multiplicarse. Sobre todo en el AMBA. Además del protocolo regular aplicado en la pandemia, el mandatario instrumenta una serie de medidas para su cuidado personal que incluye a su pareja e hijos. Cambios en las reuniones de gabinete, ritual al volver a su casa, kit sanitario, alteración de hábitos, no más selfies ni amontonamientos y un médico permanente.

El gobernador no está dentro del grupo considerado de riesgo ni ha presentado síntomas de COVID-19. Sin embargo, según contaron a Letra P integrantes de su entorno, se ciñe a todas las medidas de seguridad sanitaria. Lavado de manos de forma regular y con jabón, utilización de alcohol en gel, estornudar en el pliegue del codo, ventilar ambientes y desinfectarlos y quedarse en casa. Cumple todas las recomendaciones menos la última.

A sus reuniones de gabinete aplicó un exhaustivo protocolo de higienización. Se realizan en salas espaciosas de la Residencia gubernamental respetando la distancia entre los presentes. Se abren todas las ventanas y una vez concluido el encuentro, personal de limpieza desinfecta todo el lugar.

 Ya no hay selfies ni fotos multitudinarias. La última fue la semana pasada, cuando aún no se había decretado el aislamiento obligatorio, en el marco de su visita al Instituto Biológico Tomás Perón, en La Plata. Durante una rueda de prensa tosió en la mano. Hay que acostumbrarse al cambio de hábito; aún le cuesta dejar de tocarse la cara, contaron en la gobernación.

Cuando recorre centros de salud usa barbijo. Como hizo este martes al visitar el centro logístico acondicionado en el centro de rehabilitación del hospital provincial El Dique, ubicado en Ensenada. Estuvo acompañado de su ministro de Salud, Daniel Gollán. El miércoles visitó el hospital Blas Dubarry, en Mercedes.

 

Reunión con ministros (sin tanto distanciamiento) y un alcohol en gel sobre la mesa.

 

En gobernación hay un médico de manera permanente. Según supo Letra P, el gobernador no se hace controles diarios. Solo en caso de presentar algún síntoma es atendido, cosa que hasta ahora no pasó.

El secretario del gobernador, Nicolás Beltram, sigue siendo su sombra. Lo acompaña a todos lados. Él también cambió sus hábitos. En su mochila, además del cargador portátil para el celular y algunas notas que le dejan al gobernador, también lleva alcohol en gel, guantes y barbijos para asistir al mandatario. Cada vez que suben al auto tras una recorrida, alcohol en gel para todos y todas.

Con la suspensión de clases, la familia del gobernador pasa la cuarentena en La Plata. Cada vez que Kicillof llega a la Residencia -por estos días, su casa- aplica el mismo protocolo que un trabajador de la salud: deja el calzado afuera del hogar, desinfecta la ropa y se baña. No comparte el mate ni los utensilios de cocina con su pareja ni sus hijos.