Rabinos israelíes piden que no se concurra a las sinagogas

Rabinos israelíes piden que no se concurra a las sinagogas

Rabinos israelíes ultraortodoxos piden volver a respetar voluntariamente las restricciones que fueron levantadas por el gobierno y que no se concurra a las sinagogas.

 

Es por el temor a otro brote de coronavirus.

El rabino y el asesor médico, Shimon Regovi, una de las personas que está detrás de esta iniciativa, intenta convencer a los rabinos principales. «La santidad de la vida es lo primero. Es muy difícil cumplir con la pautas de salud en las sinagogas. El sentido común debe prevalecer», expresó.

Con la reapertura de los ferrocarriles de Israel el lunes por la mañana, la economía volvió a la normalidad después de la crisis del coronavirus. Pero ahora hay quienes buscan retroceder e imponer restricciones que el gobierno no ha establecido.

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Rabinos y personalidades públicas del sector ultraortodoxo en el país instan a tomar medidas de precaución. Y a volver a cerrar las sinagogas para evitar una segunda ola de coronavirus.

Cuando se desató el brote en marzo, los ultraortodoxos demoraron en percatarse del peligro del virus y en respetar las pautas de salud. En pocas semanas quedó claro que las oraciones públicas se habían convertido en el foco más importante de contagio. En tanto que las grandes concentraciones de personas de este sector de la población se habían transformado en las denominadas «zonas rojas» por la gran cantidad de infectados.

Como resultado, se produjo un cambio en esta sociedad cerrada que reside en áreas densamente pobladas y comenzaron a obedecer las directivas de salud (a excepción de algunas facciones extremistas), hasta que se levantaron las restricciones. Ahora hay quienes no quieren esperar a una segunda ola de contagios y llaman a volver a rezar en espacios abiertos o en los balcones de las viviendas.

Una de las personas que están detrás de la iniciativa es el asesor médico y rabino, Shimon Regovi, presidente de la organización Mazor, que se reunirá en los próximos días con los rabinos principales y líderes ultraortodoxos. Intentará convencerlos de cerrar las sinagogas. Y advirtió: «Es incómodo y desagradable rezar en el verano afuera, pero es más agradable que ir a los funerales».

«El sentido común debe prevalecer», dijo el consejero. «Tenemos que centrarnos en cuidar la vida antes que rezar en una sinagoga. Toda la idea de una religión es una escala de valores determinada, y no puede discutirse que la santidad de la vida está en la parte superior de la lista».

“La racionalidad triunfará”

Según Regovi, las estrictas pautas de salud «simplemente no funcionan, a pesar de la buena voluntad». El rabino explicó: «Los contagios se producen en lugares cerrados, donde hay muchas personas durante mucho tiempo, que es lo que sucede en una sinagoga. Desafortunadamente, cuando ingresas a la sinagoga, ves que un gran porcentaje de los fieles no usa la máscara correctamente, y es muy difícil mantener los dos metros de distancia social”

“Desde mi punto de vista, es una bomba de tiempo”, advirtió el asesor médico.

“Volvamos a rezar afuera. Pienso que es una solución que genera incomodidades debido al calor del verano, pero yo lo hice en el patio de mi casa. Se puede rezar de este modo. Creo que la racionalidad triunfará”, agregó.

El rabino concluyó: “No logramos prever con el suficiente tiempo lo que sucedió en los colegios y hay temores de que eso también suceda en las sinagogas. No es conveniente esperar a que ocurra”.

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