Quilmes tiene dos nuevos diáconos transitorios

Quilmes tiene dos nuevos diáconos transitorios

Fueron ordenados por el obispo, monseñor Tissera, este viernes 18 en la catedral de Quilmes. También se hizo presente monseñor Margni, obispo de Avellaneda- Lanús.

 

Monseñor Carlos José Tissera, obispo de Quilmes ordenó diáconos a los seminaristas Darío Viecenz y Guillermo López, que eligieron como lema "Heme aquí, enviame a mí" (Is. 6,8) y continuarán su camino al sacerdocio. La celebración se llevó a cabo este viernes 18 de marzo, en la catedral Inmaculada Concepción.

Junto con monseñor Tissera, estuvo monseñor Marcelo Julián Margni, obispo de Avellaneda-Lanús; monseñor Juan Carlos Romanín SDB, obispo emérito de Río Gallegos; y sacerdotes y diáconos de la diócesis. Además, el obispo emérito de Quilmes, monseñor Luis Stöckler, se hizo presente, a través de un saludo que leyó monseñor Tissera al inicio de la misa.

En su homilía, el obispo de Quilmes comentó a los nuevos diáconos: “Darío y Guillermo, cada uno de ustedes encarna el llamado, cada uno es un discípulo misionero de Jesús. En esta diócesis experimentaron que Jesús los miró con amor y a cada uno dijo: ‘Sígueme’”. 

Luego les compartió las palabras del siervo de Dios, Jorge Novak en las ordenaciones diaconales que celebró en 1983: “Serán colaboradores del obispo y de los presbíteros en la celebración eucarística. Por ellos, la Eucaristía actuará mejor en la unidad de la Iglesia y en su irradiación evangelizadora y testimonial. Serán delegados para activar el servicio a los pobres, según el ejemplo de los primeros diáconos. Gracias a su dedicación crecerá en la Diócesis la eficacia y la pureza de un esfuerzo comunitario, más urgente que nunca”.

También, monseñor Tissera recordó al venerable cardenal Eduardo Pironio e hizo presente al presbítero Leonardo Sala, fallecido en septiembre, quien fue compañero de estudios de Guillermo y Darío: “Subió al altar del sacrificio y con Jesús se inmoló por el pueblo. Su sonrisa no se borrará jamás de nuestros corazones”.

A continuación de su prédica, el obispo les impuso las manos elevando la plegaria de ordenación y les entregó el Evangelio y unos recipientes para el lavatorio de pies, como símbolos de su servicio. De igual manera, monseñor Margni les colocó las estolas, y los familiares y amigos de cada uno los revistieron con la dalmática, vestimenta característica que representa el reinado de Cristo. 

Sobre el final de la celebración, los diáconos agradecieron a sus familias, a sus formadores del seminario, a los sacerdotes de clero, a los obispos, a las comunidades que les ayudan a vivir su ministerio y al Movimiento "De colores".+

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