La UIA quiere un pacto social a medida: subir salarios, pero bajar costos

La UIA quiere un pacto social a medida: subir salarios, pero bajar costos

Busca sentar a la CGT con el Gobierno a discutir una recomposición del sueldo de bolsillo del 20% pero, al mismo tiempo, rever impuestos e indemnización. 

Por ESTEBAN RAFELE.

El presidente de la 26 Conferencia Industrial, Daniel Funes de Rioja, oficia de bastonero. Abogado laboralista y representante ante la Organización Internacional de Trabajo (OIT), el dirigente busca que el evento deje sobre la mesa la necesidad de un pacto social. Y si el modelo “Moncloa” ya se trajo al paño tantas veces que parece un mazo de cartas gastadas, irrumpe ahora la versión alemana. “Quería que estuviera Angela Merkel por el nivel de diálogo social que hay en Alemania. Una vez por semana, hay diálogo social sobre formación técnica y temas de competitividad. Se juntan, trabajan dos horas y después toman cerveza”, contó, risueño, sobre la participación de la canciller en este evento.

En la Argentina, sin embargo, la UIA cree que falta un paso previo y quiere sentar a la Confederación General del Trabajo (CGT) y al Gobierno a discutir una rebaja de costos salariales, en conjunto con la mejora del salario de bolsillo.

Lo dijo el presidente de la UIA, Miguel Acevedo, sin vueltas. “El costo salarial es altísimo, pero el salario es muy bajo”, sostuvo ante Letra P y otros medios, en una reducida rueda de prensa. “Es un costo muy alto respecto al de los países vecinos. Ya lo decíamos en la época de Mauricio Macri”, agregó. Junto a él se sentaban Funes de Rioja y el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, la pata trabajadora. “De esta pandemia tenemos que aprender que esto lo tenemos que arreglar entre todos, solo no se salva nadie”, dijo el metalúrgico.

La UIA explicitó así las bases de los acuerdos que espera a futuro. “El empleo es una preocupación central, porque el empleo privado ha caído, ha crecido el empleo informal y ha crecido el empleo público. Esto hay que cambiarlo”, dijo Funes de Rioja en su discurso inaugural. El dirigente solicitó una “estrategia común” para crear empleo formal. Luego, lo bajaron a lo concreto: recomponer el salario de bolsillo, que cae 20% promedio desde 2018, pero bajando costos asociados al salario, como impuestos e indemnización.

“Los empresarios somos los dueños de este diálogo, porque lo propiciamos, porque estamos convencidos de hacerlo”, dijo Funes de Rioja. Caló, más tarde, le dio algo de razón al empresario: “No hay política de Estado”, dijo el metalúrgico. “Lo dijo él”, convalidó Acevedo, cómplice.

LOS ANTECEDENTES. El presidente de la UIA destacó el acuerdo entre la entidad fabril y la CGT para pagar el 75% de los trabajadores suspendidos durante la pandemia, por el aislamiento. “Fue un acuerdo increíble”, dijo Acevedo. “Histórico”, agregó Caló. “Fue gracias al sector privado. El sector público no fue el que lo hizo posible”, dijo el empresario. Caló destacó, sin embargo, la política de contención del Gobierno. “No tuvimos despidos. Y desde abril conseguimos más o menos 5.000 empleos nuevos por línea blanca, maquinaria agrícola”, celebró.

Al mismo tiempo, la CGT se reunió con la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y, en un comunicado conjunto, validó una serie de reclamos históricos de los dueños del capital, como “la necesidad de reducir gradualmente la presión tributaria sobre el sector formal de la economía, atendiendo a su vez la necesidad de equilibrar las cuentas fiscales”.

“Para que haya sindicatos grandes, tiene que haber empresas grandes. Tenemos que ayudar a que las empresas crezcan”, dijo Caló este lunes en la central fabril. Para el hombre de la CGT, el gran obstáculo para el pacto social no es el Gobierno. “Todos tienen que ceder algo y algunos no quieren”, dijo el veterano sindicalista, que prefiere las mesas sectoriales y sus problemáticas concretas antes que el gran y difuso acuerdo general.

Comentá la nota