El patriarca caldeo, el cardenal Louis Raphaël I Sako, unas semanas antes del viaje del Papa Francisco a Iraq, aborda las diversas cuestiones dolorosas que afectan al país del Golfo. Durante más de cuatro décadas, Iraq no ha conocido la paz. Hoy, el regreso del terrorismo, las tensiones sociales y la pandemia agravan aún más la crisis de un país que pide solidaridad, con la esperanza de volver a la normalidad.