La Puna tendrá su propia embotelladora de agua

La Puna tendrá su propia embotelladora de agua

Rafael y Odilia Trejo son los emprendedores que prevén comenzar a producir agua envasada puneña.

Emprendedores jujeños están a punto de materializar la primera planta embotelladora de agua en la Puna. Lo harán con base en agua de las cumbres del cerro Granada, en el departamento de Rinconada y tras cuatro años de trabajo esperan la habilitación de la pequeña planta ubicada en una zona de Peña Blanca, que se alimentará de energía solar y prevé fraccionar en botellones de 20 litros y luego en botellas de menor capacidad.

"En principio buscamos profesionales para saber que el agua que pretendemos vender es sana y tiene los requisitos que cualquier código alimentario necesita", destacó Rafael Trejo, el emprendedor quien junto a su hermana, Odilia Susana Trejo, inició el desafío. "La fuente de agua proviene del río Granada o Peña Blanca, precisamente del cerro Granada que está a 320 kilómetros de San Salvador de Jujuy, en la localidad de Loma Blanca, departamento de Rinconada", precisó.

Justamente por esa razón es que desarrollaron la planta allí y de hecho el agua que van a procesar y embotellar se denominará "Manantial del Granada". La transparencia y calidad del líquido elemento supieron reflejarlo en la etiqueta ya diseñada con que cuentan para el momento tan esperado de sacar las primeras botellas.

En relación al proyecto, Trejo explicó que a raíz de los buenos resultados de los análisis y estudios realizados obtuvieron la viabilidad del proceso. "Es agua pura y baja en sodio", destacó.

Al tener factibilidad el proyecto se dedicaron a trabajar para habilitar la planta procesadora donde prevén desarrollar el proceso para tratar y contar con "agua embotellada" no mineral. Sólo esperan la inspección y habilitación de Sunibrom que les resta para comenzar a producir.

Debido a que tampoco hay energía en esa inhóspita zona puneña, para montar la planta y que pueda funcionar, instalaron paneles solares en el techo, con un convertidor que le permitirá funcionar con energía limpia todo el proceso productivo.

Para poder construir la planta se valieron de fondos propios, aportes familiares y además gestionaron y pudieron contar con una financiación del Consejo de la Microempresa, y de la Secretaria de Desarrollo Productivo del Ministerio de Desarrollo Económico que les brindó contención, ya que la infraestructura fue lo más difícil de sortear. De hecho, Trejo precisó que el ingreso a la planta a veces se torna inaccesible en tiempos de incremento de precipitaciones.

Por otro lado, pidieron ayuda al Gobierno provincial, y posteriormente a la empresa Mina Pirquitas con vistas a poder iniciar la comercialización del agua a través de las mineras que están establecidas en la Puna jujeña. A futuro la idea es contratar fletes y luego poder adquirir sus propios vehículos que le permitan avanzar en la distribución.

Trejo recordó que la iniciativa surgió en el 2018 cuando cerró el yacimiento minero Mina Pirquitas, (pese a que siguió una parte mediante otro proyecto de Chinchillas) y eso impulsó a su familia a empezar a emprender iniciando así un proceso que, si bien se tornó largo, fue satisfactorio.

Cuentan con una planta de producción, pequeña y semi automática, en la que se instaló un equipamiento que les permitirá procesar 5 mil litros por día en su máximo potencial.

La producción

El proceso de producción no es largo. Desde la captación de la fuente de agua, el río, pasaría por diferentes procesos de filtración, por diferentes tanques hasta otro de reserva con un filtro más sofisticado para eliminar impurezas, luego otro de carbón activado y uno de ozonizado, que requiere de al menos una hora para filtrar mil litros, antes de fraccionarlo.

Cuentan por el momento con un personal de dos integrantes, uno para procesar la materia prima y otro para realizar el acopio. Se proveen aún de botellas de Córdoba por lo que el traslado resulta en un alto costo por ahora, ya que en principio prevén producir botellones de 20 litros, luego de 12 , posteriormente de un litro y medio y medio litro.

"Ahora comenzamos otra etapa. Desde que empezamos no dimos brazo a torcer, siempre tuvimos la fe en que podemos lograr el objetivo que nos trazamos, estamos entusiasmados cumpliendo todos los requisitos que el Código alimentario y Sunibrom requieren", afirmó Trejo quien no dejó de repetir que les está costando bastante poder materializar este ansiado proyecto y desafío familiar, asumiendo que prueba de ello son los cuatro años que pasaron desde el inicio.

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